Poco a poco vamos conociendo
nuevos detalles de la sexta generación del que llegará al mercado durante la primera mitad del año que viene. Además de las cuatro configuraciones estéticas ya anunciadas (Active, Titanium, Vignale y ST-Line), sabemos que habrá siete motorizaciones disponibles.
El motor 1.0 Ecoboost con desconexión selectiva del cilindro central no estará listo hasta el 2018 por lo que la oferta inicial estará formada por bloques "convencionales". En cualquier caso mejoran la eficiencia respecto al Fiesta actual, siendo más interesantes que hasta ahora.
El veterano bloque 1.25 se jubila para la nueva generación y en su lugar llega un
nuevo 1.1 de tres cilindros derivado del 1.0 Ecoboost pero sin turbo. Se podrá pedir con 70 y 85 CV, en ambos casos con caja de cambios manual de cinco velocidades. Por encima estarán los
1.0 Ecoboost en versiones de 100, 125 y 140 CV. Todos ellos van asociados a una caja de cambios manual aunque el más pequeño podrá pedirse con el cambio de doble embrague con seis relaciones que Ford denomina Powershift.
En cuanto a la oferta diésel, arrancará con un nuevo
1.5 TDCi con 85 CV que además se convertirá en la variante más frugal de la gama declarando
unas emisiones de 82 g/km de CO2. Se venderá con cambio manual de seis velocidades. El tope de gama será
el 1.5 TDCi con 120 CV ya usado en el Focus y que lo convierte en el Ford Fiesta diésel más potente de la historia. La marca no ha comunicado la transmisión con la que irá ligado ni el nivel de prestaciones por lo que tendremos que esperar unos meses para salir de dudas.