Prácticamente con la misma celeridad que e
l anterior Plan Movalt destinado impulsar la compra de vehículos impulsados por tecnologías alternativas, la segunda parte del mismo se ha agotado tal y como ha informado el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). En este caso la premisa era la de mejorar las infraestructuras poniendo a disposición de los usuarios un mayor número de puntos de recarga de automóviles eléctricos. La dotación presupuestaria,
la cual ascendía a los 15 millones de euros, por los 20 millones de los que disponía el Plan Movalt para vehículos, tan sólo duró un día desde la apertura de la aplicación web desde la que se procedía a su solicitud de dichas ayudas para
la instalación de nuevos puntos de recarga. Esta situación deja una vez más patente el interés por parte de administraciones por ofertar sus clientes y personal privado la opción alimentar las baterías de sus respectivos coches tanto en estacionamientos públicos (centros comerciales, grandes superficies u hoteles), así como para el sector privado, en zonas residenciales o empresas.
El formato de este tipo de incentivo económicos cubría el 60% de la inversión sin IVA en el caso de que el solicitante se tratara de una
PYME o entidad pública sin actividad comercial, o de un 40% en el caso de tratarse del resto de empresas fuera de dicho rango. En total fueron hasta
474 solicitudes de reserva por un valor de 25,5 millones de euros, algo que excedió las previsiones del gobierno incluyendo la adquisición, directa o bajo la fórmula de renting, de sistemas de recarga convencional, lenta, semirrápida, rápida y, por último, últrarrápida. Las operaciones o solicitudes que han quedado fuera después de superarse los
15 millones de euros inicialmente planteados formarán parte de la lista de espera ante posibles bajas o no cumplimiento de los requisitos. No se ha confirmado una próxima tanda de ayudas destinadas a apoyar el uso de vehículos eléctricos o propulsados por energías alternativas.