Una de esas piezas olvidadas que nos puede dar más de un susto
El correcto mantenimiento de nuestro coche es fundamental para poder circular con él sin problemas de fiabilidad.
Con la llegada del verano, los viajes por carretera se multiplican, un hecho que puede hacer sufrir a la mecánica de nuestro coche, ya que suele tratarse de viajes largos, generalmente con el vehículo cargado y, además, en condiciones meteorológicas exigentes para la mecánica al tener que soportar durante horas el terrible calor del verano español.
Por eso, mantener correctamente el motor y todos los componentes auxiliares del coche harán que podamos viajar con tranquilidad. Sin embargo, hay piezas que, si bien son sensibles al desgaste y conviene mantener sustituir, muchos conductores las ignoran, aumentando el riesgo de quedarse tirados.
Una de esas piezas a las que casi ningún conductor hace caso es el filtro de combustible: un pequeño filtro cuya misión es asegurar que el combustible que llega al motor lo hace en buenas condiciones, sin ningún tipo de impureza que pueda dañar, por ejemplo, los inyectores, piezas ya de por sí muy caras.
El filtro de carburante es una pieza que requiere su sustitución, pero que muchos conductores “olvidan” cuando se trata de mantener su coche, especialmente si éste ya tiene algunos años a sus espaldas. ¿Cuáles son las consecuencias de dejar de lado la sustitución de una pieza que, por otro lado, suele tener un coste muy reducido?
Si dejamos el filtro demasiado tiempo, correremos el riesgo de atascarlo, lo que puede traer consecuencias nefastas para nuestro motor, que podría dejar de recibir la cantidad necesaria de combustible, lo que podría hacer, incluso, que el motor se llegase a parar, dejándonos tirados con una avería que se hubiese evitado con media hora de trabajo y la sustitución de una pieza cuyo coste no suele superar los 30€. Ya sabes, si vas a realizar el mantenimiento de tu coche, no te olvides del filtro menos recordado de todos.