Son muchos los pilotos que han intentado competir en diferentes disciplinas del automovilismo, sin embargo son muy pocos los que consiguen tener esa oportunidad y menos aún los que realmente consiguen firmar un buen papel. Hoy Red Bull le propone el reto de subirse a un
Formula 1 al piloto
Sebastien Ogier quien con sus 4 campeonatos de WRC ha demostrado sobradas maneras para ser uno de los grandes.
Ogier no ha dudado ni por un momento en ponerse a los mandos de todo un Fórmula 1 en el circuito Red Bull Ring en Austria. Para más inri se trataba de uno de los más laureados monoplazas de Red Bull, el RB7 con el que consiguió uno de sus títulos mundiales, lo que hacía aún más interesante esta prueba de conducción.
El piloto de rallies no duda en subrayar las grandes diferencias que existen entre pilotar un F1 y un coche de rallies. Ogier destaca la velocidad y aerodinámica de los F1, lo que permite un paso por curva y estabilidad imposibles en un WRC, además del trabajo de suspensiones o dirección que en nada se parece a la conducción de un WRC donde se rueda a un ritmo totalmente frenético con cambios de rumbo muy diferentes. Por el momento Sebastien Ogier parece que sigue prefiriendo competir en WRC, pero quién sabe, quizás le haya cogido el gusto a los Formula 1.
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