La oferta del compacto español se actualiza para cumplir con el ciclo WLTP
La gama del SEAT León estrena en estos días mecánicas tanto en gasolina como en diésel. Con la llegada de la normativa Euro 6d TEMP y el ciclo WLTP, todos los fabricantes han tenido que ir adaptando su oferta para poder cumplirlas, algo que en algunos casos está llevando más tiempo del deseado.
Aquellos usuarios que quieran hacerse con un León podrán elegir a partir de ahora la motorización 1.0 TSI de 115 CV como escalón de acceso, una mecánica que sustituye al anterior 1.2 TSI de 110 CV. Con tres cilindros y un funcionamiento muy bueno, es una excelente alternativa de acceso.
Por encima quedan situados los 1.5 TSI EVO en variantes con 130 y 150 CV, en ambos casos con cambio manual de seis velocidades aunque la opción más potente también puede asociarse a la caja DSG. Poseen desconexión selectiva de los cilindros centrales para poder reducir el gasto en situaciones de poca carga de trabajo.
La opción más prestacional ya la conocíamos sobre el Ateca y ahora llega al León. Se trata del 2.0 TSI de 190 CV en combinación con la caja DSG. Es una interesante propuesta que seguro convencerá a muchos por prestaciones y consumos. Los que quieran algo más picante deberán elegir el Cupra con 290 CV (300 CV para ST 4Drive).
La familia diésel arranca con el conocido 1.6 TDI de 115 CV tanto con cambio manual como con el de doble embrague DSG. Ha recibido ligeros cambios para adaptarse a la normativa respecto al anterior. Por encima y por ahora queda el 2.0 TDI de 150 CV asociado a la caja DSG. En unas semanas la gama León seguirá creciendo con más alternativas, incluidas las X-Perience con tracción total.