El roadster que sacó
General Motors en su dúa nunca tuvo el éxito de competidores como el o similares, pero el intento del
Pontiac Solstice fue admirable y aún hoy en Estados Unidos quedan unidades circulando. Este biplaza de tracción trasera y motor atmosférico se ofrecía por un precio asequible, y si los
177 CV que tenía se quedaban cortos, Pontiac ofrecía
una versión con turbo de 260 CV. Sin embargo el modelo y la propia marca
acabaron desapareciendo en 2009, y con ella los sueños de un coche deportivo descapotable, aunque poco práctico. Este que vemos en las imágenes tiene de aquel Solstice el envoltorio. Bajo el capó ahora hay un músculo descomunal,
un motor LS3 de 6.2 litros equipado con una bombona de nitroso para llegar hasta los
700 CV. En el vídeo podemos ver su enfurecido aspecto con esa
carrocería a dos colores y unos faros que parecen asustar más que iluminar.
El sonido del V8 es simplemente descomunal, como también su empuje a juzgar por la cara del conductor. Sólo podría salir una máquina así al otro lado del charco.
Aquí en España el uso de
oxido nitroso es ilegal, pero allí en Estados Unidos parece no importar llevar una bomba detrás del asiento del conductor. Sin esa bombona no sería posible alcanzar esos 700 CV. Toda una locura en vídeo. En Centímetros Cúbicos: