PRESENTES EN EUROPA
Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, la contaminación acústica causa 16.000 muertes prematuras en Europa
La contaminación acústica causa 16.000 muertes prematuras en Europa y 72.000 hospitalizaciones al año. El ruido que procede del tráfico rodado es una de las causas que motiva estas cifras facilitadas por la Agencia Europea del Medio Ambiente y que no han pasado desapercibidas para las autoridades. Tanto es así que para diluir una de las principales fuentes han apostado radares acústicos: en Londres ya sancionan a los coches que sobrepasan el límite con 110 euros de multa y en Francia existe un proyecto piloto para hacer lo mismo, aunque con castigos más elevados: 135 euros. ¿Y en España?
Los radares de ruido no funcionan exactamente como los cinemómetros que miden la velocidad. Llamados así popularmente son, en realidad, un decibelímetro: dispositivos que miden la intensidad del sonido y son capaces de identificar la fuente de la que procede que, en este caso, es el vehículo que sobrepasa el umbral de ruido permitido. Existen, también, cámaras acústicas que se activan cuando se supera el límite identificando, así, al infractor.
Radares de ruido en España
En España, de momento, los conductores pueden estar tranquilos al respecto. La Dirección General de Tráfico no ha mostrado intención alguna de instalar radares de ruido o cámaras acústicas en las carreteras españolas y, a corto y medio plazo, no parece que vaya a hacerlo.
La reformada Ley sobre Tráfico y Seguridad Vial, sin embargo, introdujo un cambio notable en este aspecto: “El usuario de la vía está obligado a comportarse de forma que no entorpezca indebidamente la circulación, ni cause peligro, perjuicios o molestias innecesarias a las personas o daños a los bienes o al medioambiente”.
En ciudades como Barcelona tienen programados proyectos piloto protagonizados por radares de ruido, en sí, para poner coto a los vehículos más ruidosos centrando el foco, sobre todo, en motos y motocicletas.
Multas por exceso de ruido
Con esa modificación habilita a las autoridades para instalar medios de vigilancia y establecer multas concretas. De hecho, el exceso de ruido está regulado en buena parte de las localidades españolas a través de las ordenanzas de los ayuntamientos. Para establecer los límites, normalmente, establecen un margen de 4 dB sobre el nivel de ruido que figura en la ficha técnica del vehículo. Si este dato no figura, se toma como referencia genérica un máximo legal de 87 dB.
En Madrid, por ejemplo, superar el umbral en 4 dB supone una infracción leve penada con una multa de 90 euros. Si la extralimitación es de hasta 7 dB, hablaremos de una infracción grave y la multa será de 91-300 euros y si va más allá de los 7 dB, el importe será de 301-600 euros porque se considera una infracción muy grave.
Los radares de velocidad y el ruido
Hay algunas comunidades autónomas que están aprovechando los radares de velocidad para reducir el ruido procedente del tráfico rodado. Lo hacen instalando varios cinemómetros de tramo después de uno fijo: de esta manera, obligan a los vehículos a circular respetando determinados límites minimizando, así, la contaminación acústica.
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