PUEDE SER MOTIVO DE SANCIÓN
Aunque la ley no define la distancia exacta que hay que dejar entre vehículos a la hora de estacionar, las autoridades pueden multarte si obstaculizas a otros usuarios o dañas sus coches.
Es una situación que a muchos conductores españoles les resulta muy familiar: tras dar muchas vueltas por las calles de tu barrio en busca de un lugar donde aparcar el coche, finalmente encuentras un hueco que parece lo suficientemente grande como para que quepa justo (sin margen). Con todo, lo que puede parecer una solución rápida puede convertirse en un dolor de cabeza tanto para ti como para otros usuarios de la vía.
La práctica de estacionar demasiado cerca de otro vehículo, impidiendo su salida a la circulación, no solo es molesta y poco cívica, sino que también puede resultar en una multa considerable por parte de las autoridades de tráfico. Al fin y al cabo, según el artículo 91.1 del Reglamento General de Circulación, el aparcamiento debe realizarse de manera que no se obstaculice la maniobrabilidad ni se genere un riesgo.
Estacionar de forma que se obstruya la escapatoria a otro automóvil puede acarrear una multa de hasta 200 euros. Pero, además de esta falta de consideración, existe otra acción muy común que puede resultar costosa para los conductores que la practiquen: aparcar "de oído" y dañar los parachoques de los vehículos contiguos, ya sea delante o detrás. La Policía Local y la Guardia Civil también puede sancionarlo.
Es importante recordar que, si bien no existe una distancia exacta establecida por ley que se deba dejar entre vehículos al estacionar en la calle, resulta fundamental utilizar el sentido común, demostrar respeto por los demás y asegurarse de dejar suficiente espacio para que otros conductores puedan maniobrar sin dificultad. Esto incluye, por supuesto, colocar el coche dentro del perímetro demarcado para no entorpecer.