DEBE MANTENER ENTRE 22 Y 24 GRADOS
Hemos aprendido que los excesos de temperatura afectan de forma notable a las facultades del conductor, pero ¿qué pasa con las del coche?
Con la llegada de los meses más fríos hemos aprendido que, por seguridad y confort, mantener la temperatura adecuada en el habitáculo es algo fundamental. Tanto es así que la Dirección General de Tráfico (DGT) establece una horquilla ideal que oscila entre los 22 y los 24 grados. Por encima o por debajo, las capacidades del conductor se ven mermadas y, además, la calefacción deja de ser eficiente.
La calefacción del coche funciona gracias al aprovechamiento que hace de la energía térmica que produce el motor del propio vehículo. Llevado a la práctica, esto quiere decir que, a diferencia del aire acondicionado, no supone un incremento del consumo de combustible. No obstante, sí puede afectar a otros parámetros si no hacemos uso de ella de manera eficiente.
Cuidado con el consumo
Para evitar esto hay algunos sencillos gestos que podemos incorporar a nuestra rutina. Además de evitar encender la calefacción cuando subimos al coche porque lo único que conseguiremos es que el frío exterior entre al interior, también es aconsejable evitar encender al mismo tiempo el aire acondicionado. Si lo hacemos sí notaremos un incremento en el consumo de combustible.
Cómo usar la calefacción de forma eficiente
Recuerda que no debes conducir ni con abrigo ni con otros complementos como guantes, gorro, bufanda… Estas prendas reducen la movilidad del conductor e impiden que el cinturón de seguridad se ajuste correctamente. A esto hay que añadir que los agentes nos pueden sancionar con una multa de 200 euros que, eso sí, no conlleva la pérdida de puntos en el carnet de conducir.
La forma más eficiente de repartir el calor consiste en hacerlo de forma homogénea distribuyéndolo desde los pies puesto que el airealiente tiende a ascender. En un primer momento no está de más elevar los grados, pero recuerda que cuando hayas establecido cierto confort tendrás que regular la temperatura para bajarla. El exceso de calor en el interior del coche no sólo favorece la somnolencia, también provoca un incremento de las emisiones contaminantes. Y, por último, si vas a realizar una parada de más de un par de minutos lo más recomendable es apagar la calefacción del coche