VEHÍCULOS MIXTOS
Cuando las actividades profesionales y el ocio se mezclan. He aquí esta propuesta de Nissan.
Un encuentro para profesionales y aventureros tuvo lugar en Madrid días atrás. Tanto en modo recreativo como bajo la faceta comercial, las furgonetas de Nissan se reunieron fuera del caos urbano para exhibir las novedades de la marca en relación con el segmento. Una de las versiones presentes fue la Nissan Primastar Ventus, una combi camperizada al alcance de pocos, dado que solamente la conversión cuesta más de 16.000 euros.
No, para escapar de las zonas de bajas emisiones y pasar un puñado de días rodeados de naturaleza no hace falta considerar al vehículo un hogar de tiempo completo cuando buscamos el ocio lejos de la ciudad e invertir, en consecuencia, un abultado extra de dinero. Menos aún cuando se tiene una segunda casa esperando al siguiente encuentro. Contemplando ese escenario, con la variante de acceso de la furgoneta mediana de la marca japonesa debería bastar.
La Nissan Primastar de serie es por naturaleza un vehículo comercial y, como tal, está pensada en principio para profesionales. Pero, en ocasiones, ambos mundos se mezclan. Aquellos que cuentan con una vivienda de verano o fin de semana lo entenderán. Los viajes son frecuentes durante su período de construcción, los kilómetros acumulados por la misma carretera son tantos que el trayecto te lo aprendes de memoria. Ahora bien, una vez terminada y habitable, el trabajo no termina.
Siempre queda algo por hacer. Una casa de verano nunca se acaba. La renovación es constante y cada visita es una oportunidad nueva para llevar a cabo mejoras y refacciones. De manera tal que una Primastar puede resultar útil para el trabajo del día a día en el tráfico más neurálgico, pero también para llevar en el espacio trasero el equipamiento destinado a nuestros proyectos personales.
Un furgón de cabina simple o uno de cuatro plazas es, según la realidad de cada cliente y siempre teniendo en cuenta la longitud base de cinco metros –existe una opción estirada de este modelo–, una medida justa. Lógicamente, si del primer caso se tratase, se obtendría el espacio de carga para materiales y herramientas superior, de 5.200 litros, para ser exacto. Si se necesita la de pasajeros, es entonces la que desde el propio fabricante japonés difunden como furgón mixto: versatilidad traducida en capacidad de carga –volumen de 3.200 litros– y espacio para ocupantes en una segunda fila.
El modo furgón en su versión Acenta con potencia de 110 CV es el más recomendable si se prioriza el precio, ya que no pasa de los 26.000 euros. Hablamos de un motor diésel 2.0 –conectado, en este caso, a una caja manual– que promete un consumo mixto de 6,8 l/100 km.