PODRÍA SALVARTE LA VIDA
Este infrecuente objeto, que por seguridad debes llevar en el coche, cuesta menos que una cerveza en un bar y podría llegar a salvarte la vida, por ejemplo, tras un accidente.
Es mucho más común verla en los automóviles de turismo desde hace unos 6 u 8 años, pero se trata de una herramienta de seguridad con la que cuentan la gran mayoría de los vehículos destinados al transporte masivo de pasajeros, como un tren o un autobús. ¿Podrías adivinar sobre qué estamos hablando?
El martillo de emergencia es un objeto diseñado para romper fácilmente los vidrios de las ventanas laterales. En sus versiones más pequeñas, o al menos compactas, que son muy baratas, el utensilio en cuestión también suele venir con una cuchilla para cortar los cinturones de seguridad.
Por lo tanto, hablamos de un producto que es un auténtico salvavidas en situaciones de emergencia como accidentes de tráfico donde los ocupantes del vehículo necesitan salir rápidamente del mismo, por ejemplo debido a un incendio o porque han caído al agua, pero no pueden hacerlo por las puertas.
La punta de la herramienta es una especie de un punzón, diseñado para fragmentar de forma sencilla una ventanilla, mientras que la cuchilla que se instala normalmente en su base o en su estructura permite cortar el cinturón de seguridad en caso de que el conductor y/o sus acompañantes estén atrapados y corran peligro dentro de la cabina.
Este 2 en 1, rompecristales y cortacinturones al mismo tiempo, se puede encontrar en formato portátil e incluso como llavero por menos de 2 euros en multitud de comercios electrónicos, aunque adquirir uno en una tienda rara vez costará más de 10. Es poco dinero como para pensarse su compra inmediata.
Tal es la importancia de sus beneficios que algunos fabricantes de coches como BYD, de origen chino, están incorporando de serie este ingenioso "pintalabios" de rescate. Pesa alrededor de 50 gramos, cabe en cualquier hueco del habitáculo y lo habitual es que esté protegido por una tapa para que no nos hagamos daño al tocarlo.