LA TOMA "NACS" SE HACE POPULAR
Varias empresas automovilísticas, y no sólo de Norteamérica, se interesan por la famosa red de "supercargadores". Algunas la compartirán ya en 2024.
El pasado mes de junio, dos grandes grupos automovilísticos llegaron a un acuerdo con Tesla para poder aprovechar su red de cargadores de alta potencia como propia. Esto, que podría entenderse como la pérdida de la mayor ventaja competitiva que posee la firma de Elon Musk, es en realidad una oportunidad para crear una nueva línea de negocio, muy rentable, basada en un servicio: la recuperación de energía para coches eléctricos en carretera.
Aquellos dos gigantes, al igual que Tesla, también son americanos. Se trata de General Motors y de Ford, cuyos usuarios o clientes de vehículos con cero emisiones directas podrán emplear los conocidos como 'Supercharguers a partir de 2024. No obstante, durante ese primer año, deberán hacerlo mediante un adaptador que pueda generar una compatibilidad entre la manguera de los terminales en cuestión y el puerto de recarga para la batería de cada vehículo.
De momento, esta especie de alianza en pro de las facilidades de los conductores de BEV quedará limitada a Canadá, Estados Unidos y México. Sin embargo, desde ninguna de las tres compañías se ha descartado explícitamente un plan similar para Europa u otras regiones del planeta. Pero GM y Ford, a pesar de haber sido las primeras en cerrar un pacto así, no son las únicas que han visto con buenos ojos colaborar con Tesla en estos términos.
Recientemente, Rivian y Volvo también han establecido una suerte de convenio por el que podrán usar la infraestructura de carga de Tesla desde 2025, de forma que Musk estará casi obligado a ampliar su red actual, tan fiable, rápida y sencilla como avanzada desde un punto de vista tecnológico. Concretamente, la sueca se convierte en la primera marca original del Viejo Continente que accede formalmente a estos dispositivos. Existen 12.000 en aquel mercado.
La macrocorporación Stellantis, con una enorme cartera de empresas dedicadas a esta industria, igualmente comienza a mostrar interés en los supercargadores de Tesla y su toma NACS, en proceso de estandarizarse al otro lado del Atlántico. El fin es el mismo: evitar la monstruosa inversión que se precisa para construir una red propia desde cero. No obstante, en este último caso, ya se trabaja en un proyecto individual llamadoFree2Move Charge.
De llegarse a un nuevo concierto entre Stellantis y Tesla, el número de firmas que adoptarían el estándar norteamericano, pudiendo prescindir del CCS y siendo aptas para recargar en los Supercharguers, ascendería a una docena. Sin duda, esto se traduciría en una revolución para la movilidad eléctrica en los tres países mencionados. Hablamos de las siguientes: Buick, Cadillac, Chevrolet, Chrysler, Dodge, Ford, GMC, Jeep, RAM, Rivian, Tesla y Volvo.