TIENE UNA SERIE DE RIESGOS
El olor a coche nuevo gusta a la mayoría, pero puede ser realmente perjudicial para la salud de los ocupantes.
Seguro que a la mayoría os gusta llegar a los concesionarios, subiros en los coches y disfrutar de ese característico olor a coche nuevo, incluso más aún cuando el coche es nuestro. Sin embargo, oler fuertemente este aroma casi adictivo puede resultar perjudicial para nuestra salud.
Y es que al fin de cuentas, este olor es fruto de todas las piezas y componentes del interior de un vehículo, pero que por su composición pueden producir ciertos estragos. Tal es así, que se han reportado mareos, dolores de cabeza e incluso problemas respiratorios por culpa de estos.
De esta manera, y ante el riesgo de los compuestos orgánicos volátiles que emiten los materiales del interior de un coche, los fabricantes han decidido tomar medidas al respecto. Concretamente, estos han empezado a recurrir a materiales ya no solo menos nocivos para el medioambiente, sino también para la salud de los ocupantes del coche.
Sin embargo, aún no han conseguido mitigar del todo los estragos que causan. Al fin de cuentas, el olor a coche nuevo proviene de la liberación de compuestos orgánicos durante la fabricación del interior. Así, los emisores más habituales de estos compuestos son plásticos, vinilos y cueros utilizados en infinidad de elementos que componen el habitáculo de un vehículo.
Otros puntos de partida de estos compuestos son también la propia pintura o incluso el pegamento que une las telas o diferentes elementos. De esta forma y aunque asociemos el olor a coche nuevo como algo agradable, debemos saber no solo que puede ser perjudicial para nuestra salud, sino también cómo evitarlo.
Ello podemos hacerlo por medio de intentar circular lo máximo posible con las ventanillas abiertas para extraer los compuestos que se emiten. Otra forma es recurriendo al sistema de filtración de aire, por medio del cual podemos mejorar la calidad del aire que respiramos en nuestro coche. Y por último realizar limpiezas del habitáculo con cierta regularidad, haciendo especial hincapié en alfombrillas, tapicerías y salpicadero, aunque eso sí, procurando utilizar productos saludables.