ADIÓS A UNO DE LOS MOTORES MÁS MÍTICOS
CUPRA pone punto y final al cinco cilindros, motor que se utilizó en el Formentor VZ5 y que probablemente no volverá.
Son muchos los que suspiran por el motor de cinco cilindros, configuración que, por desgracia, tiene los días contados. Y es que actualmente, tan solo una marca recurre a este propulsor, y no es otra que Audi, aunque permitió una breve iteración en CUPRA de la mano del Formentor VZ5. ¿El problema? Que su participación en la firma española ha llegado a su fin.
Al fin de cuentas, una de las condiciones de la marca de los cuatro aros para ceder su mimado cinco cilindros a CUPRA era que no se utilizase en un modelo de producción. Y así lo cumplió la firma con un número total de 7.000 CUPRA Formentor VZ5, producción que ha llegado a su fin después de que se lanzase la variante BAT del mismo.
Y aunque bien es cierto que la marca autóctona ha explotado lo máximo posible al VZ5 con diferentes versiones en las que las principales novedades eran un color exclusivo, el punto álgido ha residido siempre en su esquema mecánica. Ahí es donde residía el mítico cinco cilindros de 2.5 litros utilizado por los Audi RS 3 y Audi TT RS.
Para la ocasión, el motor pasó a desarrollar unos más que respetables 390 CV y 480 Nm de par. Con dichas cifras, el Formentor era capaz de fulminar el 0 a 100 en 4,2 segundos y alcanzar una velocidad punta de 250 km/h, pero, ¿qué va relegar no solo al cinco cilindros, sino también al 2.0 TSI que también equipa el CUPRA Formentor?
Y es que, de momento, ninguna de las variantes tope de gama de ya no solo el crossover español, sino también de los Volkswagen Golf, Audi A3 -concretamente el S3- y CUPRA León recurre a la electrificación, y ya sabemos que dicho maridaje se va a volver casi obligatorio para las marcas. Así, todo apunta a que en la próxima generación de modelos del Grupo Volkswagen que recurran al 2.0 TSI nos encontraremos con importantes novedades.
Ya no solo porque el propio consorcio alemán aseguró que no iba a desarrollar nuevos motores, sino también porque la demanda de Europa exige a las firmas que sus vehículos tengan un mínimo de apoyo eléctrico. De esta manera, es muy probable que veamos a un 2.0 TSI híbrido enchufable.
¿El lado positivo? Que estaríamos ante un motor que formaría parte de la nueva generación de mecánicas PHEV, que contaría con la etiqueta CERO y que produciría más potencia que los 333 CV que desarrolla ahora mismo. El punto negativo es que este supondrá, con casi toda seguridad, el punto y final de motores como el cinco cilindros, acontecimiento que podría tener lugar en cuestión de dos años.