SEGÚN UN ESTUDIO DE PARCLICK
Circular a bajas velocidades y con marchas cortas dispara el consumo de combustible y, en consecuencia, el nivel de emisiones de los coches.
Encontrar aparcamiento es, muchas, veces todo un reto: cuando vas a trabajar, a llevar a los niños al colegio o a las actividades extraescolares, a hacer la compra, a determinados puntos de la ciudad… Si la suerte no está de tu lado, el reto también se convierte en un ejercicio de paciencia para encontrar un hueco en el que estacionar… y sin darnos cuenta, las numerosas vueltas que hemos dado han jugado en contra de nuestro planeta. Sí, buscar aparcamiento es el momento en el que más contaminamos con nuestro vehículo.
Esta es la principal conclusión que se desprende del estudio llevado a cabo por la aplicación Parclick, una herramienta que permite reservar plaza en un parking, que ha querido saber la opinión de sus miles de usuarios. La búsqueda de aparcamiento se une, además, a la circulación por la ciudad: las bajas velocidades y las marchas cortas implica un mayor consumo y más emisiones. Sobre esto poco se puede hacer, pero ¿hay solución para el problema del estacionamiento en algunas ciudades?
El informe desvela que, en los momentos con mayores picos de tráfico, el 35% de los vehículos que están circulando, están buscando aparcamiento. Esta tarea representa el 25% de todo el tiempo que estamos al volante: esta batida de sitios para estacionar implica un mayor gasto de combustible y, en consecuencia, una mayor liberación de emisiones de dióxido de carbono (CO2). Como apuntábamos antes, esta operación se ha convertido en el momento en el que más contaminamos con el coche.
Y esto a pesar de que muchos conductores combinan el transporte privado con el público. La mitad de los que han participado en el estudio tienen un modelo con el que no pueden llegar hasta su lugar de trabajo porque éste se encuentra en una zona de bajas emisiones. La solución pasa por acercarse todo lo posible al límite, aparcar su coche y utilizar la red de autobuses, metro, Cercanías, tranvía… u otros medios como patinetes y bicicletas.
¿Cómo reducir ese aumento de emisiones?
Parclick cree que la solución no pasa por construir nuevas zonas de parking, sino por gestionar de forma adecuada las plazas que ya existen combinándolas, eso sí, con aparcamientos disuasorios que fomenten una movilidad más sostenible y limpia. Ponen como ejemplo Madrid y Barcelona, donde muchas oficinas tienen sus propios espacios de estacionamiento que están infrautilizado porque nunca se llenan: ¿por qué no buscar una forma de abrirlos al público?
Justifican este punto de vista con datos. Casi el 70% de los conductores encuestados cree que aumentar las zonas de aparcamiento o mejorar la gestión de las mismas ayudaría a reducir el volumen de las emisiones en las ciudades. El 64,3%, además, cree que no existen parking suficientes en las ciudades y, sobre todo, en el centro de las mismas.