COMPROMETIDOS CON LA SEGURIDAD
Los ADAS o Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción son obligatorios en los coches de nueva fabricación en Europa desde el pasado julio. Y Renault es una de las marcas que más apuesta por estos asistentes, con el nuevo Rafale a la cabeza.
Renault ve a sus vehículos en el futuro con todo tipo de comodidades a gusto del consumidor y copilotados por asistentes inteligentes que proporcionen mayores niveles de conducción autónoma y más garantías de seguridad.
Sin embargo, el presente está muy cerca de todo eso. Los ADAS (Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción) tienen la misión de asistir al conductor para evitar situaciones de riesgo o también de actuar en caso de que estas no se puedan evitar. Desde el pasado mes de julio muchos de ellos son obligatorios en los coches de nueva fabricación en Europa.
Estos sistemas están compuestos por tecnología inteligente que emplea cámaras, sensores y señal GPS. Abarcan tres categorías: conducción, seguridad y aparcamiento. Un despliegue que, en coches como el nuevo Renault Rafale E-Tech Hybrid, se traduce en 32 asistentes, que tienen los sentidos puestos en lo que pasa dentro y fuera del coche.
Con ayudas como el Asistente Inteligente de Velocidad, que evita que el coche supere una velocidad limitada, el nuevo Rafale tiene Nivel 2 de conducción autónoma en todo tipo de carreteras. Del mismo modo, detecta los excesos a través de las señales de tráfico que, en caso de rebasarlos, alerta al conductor o reduce automáticamente la velocidad.
El programa de seguridad Human First de Renault, del que hablamos el año pasado, desarrollado en colaboración con los Bomberos, tiene el fin de reforzar la seguridad de los ocupantes del coche y de todos los usuarios de la carretera. Con ese objetivo puedes personalizar las ayudas con un simple gesto, con el botón My Safety Switch, en el lado izquierdo del volante.
Permite al conductor activar sus ajustes favoritos, para cinco ADAS al mismo tiempo, con un solo toque a través del menú de la pantalla multimedia. Así, las puedes activar o desactivar, eliges el nivel de intervención o la presencia de avisos acústicos, por ejemplo.
Los faros de Rafale cuentan con tecnología LED matricial, con 20 segmentos luminosos que se apagan y encienden automáticamente. Luces inteligentes que eliminan el deslumbramiento de los demás usuarios de la carretera, creando una sombra en el haz luminoso. Se adaptan a la amplitud y profundidad de la carretera.
Todos los sistemas se pueden unir en uno: el Active Driver Assist, que combina el control de crucero adaptativo con la función de centrado de carril y se basa en los datos de geolocalización. Regula la velocidad en función de las condiciones y orografía de la carretera, mantiene la distancia de seguridad con el vehículo de delante y centra el coche en la vía. Con tráfico lento, se detiene y vuelve a arrancar automáticamente.
También es capaz de mantener el coche en su carril, e incluso de que pueda tomar curvas solo. Pero ojo, si él percibe que no tienes las manos en el volante, te avisa para que vuelvas a ponerlas en su sitio.
Si hablamos de seguridad, muchos asistentes están implicados en esta tarea: la frenada de emergencia automática, operativa también, marcha atrás y en cruces; la alerta de ángulo muerto; la asistencia de mantenimiento de carril. Y cuando el cansancio nos la juega, la alerta de cambio involuntario de carril o el detector de fatiga, velan por nosotros. Si éste último nos lanza un aviso, no dudes en parar a descansar.
Tener a alguien que te asista aparcando es de gran ayuda y evita muchos sustos, el nuevo Renault Rafale dispone de ayudas de aparcamiento delanteras, traseras y laterales; cámara 360º; alerta de tráfico cruzado trasero; aparcamiento con manos libres; o la alerta de salida segura del ocupante.
Con ella podemos bajar del coche con total seguridad, sin que haya riesgo de que pase ningún vehículo. Esto preserva la integridad tanto de los ocupantes como de los usuarios de la vía, pensado para salvar vidas todos los días.