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SEGURIDAD VIAL

Estos son los efectos que tiene la sal en tu coche y así puedes evitarlos

Durante el invierno, su presencia es habitual en la carretera para prevenir la formación de placas de hielo.

Cuando las temperaturas comienzan a bajar, los servicios de mantenimiento de las diferentes carreteras entran en acción para evitar la aparición de hielo en el asfalto. Todos nos hemos cruzado con vehículos que van esparciendo sal, un elemento muy útil para la seguridad vial que, sin embargo, juega en contra de la salud de nuestro vehículo: así puedes protegerlo.

En el momento en el que los termómetros oscilan entre los dos grados positivos y los ocho negativos, comienza el reparto de sal en las carreteras para prevenir la aparición de las temidas placas de hielo. Normalmente lo que se esparce es una mezcla de sal y agua, llamada salmuera, que es más efectiva que el cloruro de sodio y se reparte mejor. De esta manera lo que consiguen es que baje la temperatura de congelación del agua que hay sobre el asfalto: necesitará, por lo tanto, más frío para congelarse.

¿Cuál debe ser la temperatura adecuada de tu coche en invierno? | Pixabay

Los efectos de la sal en coches y motos

Esta solución mejora las condiciones de la calzada, pero, al mismo tiempo, juega en contra de algunos elementos de nuestro coche. Estos efectos adversos son todavía más agudos para las motos porque buena parte de sus componentes están completamente expuestos y la acción de la sal es mucho más incisiva.

Volviendo al caso de los vehículos, la sal es especialmente dañina para los frenos: una presencia excesiva de este elemento puede ser la causa de un funcionamiento incorrecto, del endurecimiento del pedal o de la aparición de ruidos y vibraciones. La carrocería y los bajos también sufren especialmente ya que la acción corrosiva de esta salmuera puede estropear la pintura y la chapa provocando, incluso, su oxidación.

Carretera con nieve | Pexels

¿Cómo proteger tu coche de la sal?

La respuesta es sencilla y está al alcance de todos los conductores: incrementar las labores de limpieza para deshacernos, cuanto antes, de la sal. Reconocerás la presencia de sal por la capa blanquecina que cubrirá todo el vehículo y que deberás eliminar en un centro de lavado: en este caso lo más recomendable es usar una pistola a presión para evitar que el cloruro de sodio se incruste.

Pon especial énfasis en los bajos de tu vehículo y en el chasis: los pequeños y recónditos huecos pueden convertirse en depósitos de sal que, a la postre, se convertirán en una fuente de problemas. Y por último, considera la posibilidad de aplicar una capa protectora a la carrocería: algunas ceras cumplen esta función aislando la pintura de cualquier tipo de elemento nocivo como la sal de la carretera.

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