Aranceles a China
Pese a que los aranceles entrarán en vigor con una vigencia de 5 años, existe la posibilidad de explorar soluciones alternativas
Se ha producido una votación clave para la industria del motor en Europa. Y es que la Unión Europea ha realizado la esperada votación de los aranceles impuestos a coches eléctricos procedentes de China, diferenciados según el fabricante y la información que hubieran facilitado a la Comisión Europea en su investigación previa.
Como era de esperar, se han aprobado de manera que estos aranceles tendrán un impacto en el precio de los modelos chinos presentes en el Viejo Continente, siendo una medida que tendrá una vigencia de al menos cinco años.
Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Francia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos y Polonia son los estados que han votado a favor. El aprobado de Francia e Italia, teniendo en cuenta la gran cantidad del porcentaje total de europeos a los que representan, ha sido clave para el resultado de esta votación.
Es necesario destacar que algunos de estos países, Italia en particular, ha estado negociando con empresas chinas para que fabriquen dentro de sus fronteras y de esta manera atraer capital chino, pues los coches que fabricasen en Europa estarían, evidentemente, exentos de estos impuestos de importación.
Alemania ha liderado a los países en contra de esta moción, haciendo caso a sus fabricantes - para quienes China representa uno de sus mercados principales con gran parte de su cuota de mercado. Hungría (caso curioso ya que también estaba hablando con empresas chinas, concretamente BYD, para que fabricasen allí), Malta, Eslovaquia y Eslovenia también se han posicionado en contra.
España ha sido uno de los países que se han abstenido de votar, algo que se podía esperar tras su postura inicial y la deriva a raíz de la visita de Pedro Sánchez a China, donde se reunió con varios representantes de fabricantes chinos. Austria, Bélgica, Croacia, Chipre, República Checa, Finlandia, Grecia (país que en un principio se preveía que votaría a favor), Luxemburgo, Portugal, Rumanía y Suecia son las otras naciones de la Unión Europea que han optado por abstenerse.
Ahora bien, la historia no termina aquí. La Comisión Europea afirma que Bruselas y Pekín, de manera paralela, estudiarán soluciones alternativas que sirvan para compensar lo que Europa considera como “injuriosos subsidios” que destaca su investigación. Soluciones que, por supuesto, no entren en conflicto con los principios de la Organización Mundial de Comercio.
De momento, el siguiente paso es preparar una normativa de la comisión donde se recojan las decisiones definitivas, una normativa que ha de estar publicada como muy tarde el 30 de octubre. En cualquier caso, y aunque se trate de poner freno a los eléctricos baratos de China, es evidente que la electrificación tiene que llegar al alcance - y a los bolsillos - de todos.