¿QUÉ VENTAJAS TIENE?
La etiqueta V-26 puede ser una gran desconocida para muchos, pero se trata de la sexta etiqueta medioambiental de la DGT que tiene un uso muy concreto y que es recomendable conocer para evitar confusiones a la hora de hacer uso de los coches que la portan.
Con el cambio que se avecina en el sector automovilístico en cuanto a leyes, nos encontramos con unas cada vez más importantes etiquetas de la DGT. Y es que con el paso de los años las menos beneficiosas para el coche perderán poder hasta el punto de que tan solo prevalezcan las etiquetas ECO y CERO. Pero lo que tal vez no sabías es que existe una quinta etiqueta que recibe el nombre de V-26, y hoy te vamos a contar para que sirve.
Esta etiqueta se otorga, principalmente, a los vehículos compartidos, es decir, los que podemos conducir por medio de aplicaciones de carsharing. Esta cuenta con las características de ser de color azul -como la etiqueta CERO- y el dibujo de cinco individuos alrededor de un coche.
Así es la desconocida quinta etiqueta medioambiental de la DGT
Sin embargo, esta etiqueta no muestra información sobre el vehículo, simplemente aparece el logotipo de la DGT. De esta manera, esta etiqueta se comparte con la que le corresponde al vehículo compartido, ya sea ECO o CERO, y en la cual sí sale reflejada la información del coche en sí como en cualquier otro vehículo que reciba la etiqueta medioambiental.
Y es que si acudimos al Reglamento General de Vehículos nos encontraremos con una definición para este tipo de vehículos destinados “al alquiler sin conductor que se dedica a un uso concatenado e intensivo por un número indeterminado de usuarios dentro de una zona de servicios delimitada. Debe estar disponible, en cualquier momento, para ser utilizado mediante el empleo de aplicaciones móviles”.
Pero, ¿la etiqueta V-26 es realmente obligatoria como el resto de etiquetas? Por ley no lo es, ya que es de carácter informativo, pero sí es recomendable que los vehículos de carsharing la lleven. No obstante, depende también de la ordenanza municipal, siendo en Madrid obligatoria. Esto implica que la etiqueta V-26 debe situarse en la misma zona de la luna que la etiqueta medioambiental estándar, es decir, en la equina inferior derecha justo encima del otro distintivo.
Aunque bien es cierto que la V-26 no prevalece sobre las etiquetas medioambientales, es necesario aclarar que se creo para facilitar la tarea a los agentes de tráfico y a las administraciones para identificar a este tipo de coches compartidos, así como conseguir un control más concreto del uso de este tipo de vehículos.
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