PUEDEN PERDER MILLONES DE EUROS
Mediante un comunicado de la patronal de fabricantes europeos ACEA, le piden a la Unión Europea que baje la exigencia de emisiones de CO2 para 2025.
Es un momento difícil para los fabricantes de coches europeos. Las ventas de vehículos se encuentran a la baja, en especial los eléctricos, cuya demanda no sube. A esto, se les suma el auge de los coches chinos, cada vez más potentes en el mercado.
La Unión Europea tampoco se lo está poniendo fácil. Para cumplir la Ley que prohibirá vender vehículos de combustión nuevos a partir del 1 de enero de 2035, los fabricantes no deben superar un máximo de emisiones, que cada año se endurece más. En caso de no cumplirlo, se enfrentarían a unas sanciones millonarias.
Para el 1 de enero de 2025, esas emisiones no deberán superar los 93,6 gramos por kilómetro, y cuya sanción será de 95 euros por cada gramo que se supere, multiplicado por el número de vehículos vendidos. Una situación límite que ha llevado a la patronal de fabricantes europeos, ACEA, a emitir un comunicado en el que piden a los países miembros de la UE a “reducir los costes de cumplimiento" lo antes posible. Una petición que ya hizo Alemania, y a la que se han sumado el resto de los países.
ACEA mantiene su compromiso “hacia la transformación de la movilidad verde” y el “objetivo de la neutralidad climática de la UE para 2050, que será el futuro de la automoción” pero, a su vez, ve inviable la normativa para 2025, dado que los fabricantes “se enfrentan a desafíos cada vez mayores", ante el empuje de China, el descenso de las ventas de los coches eléctricos, y las duras sanciones a las que se podrían enfrentar por parte de la UE.
Como Alemania, la patronal ofrece compensar el déficit de 2025 en los años 2026 y 2027, cuando se prevé que los coches europeos serán capaces de emitir menos CO2. ACEA solicita a los países miembros “actuar ya y reducir los costes de cumplimiento” para aliviar a los fabricantes en un momento de crisis.