POSIBLES PROBLEMAS
Quizás estés sufriendo algún problema con las luces si has notado una reducción de la iluminación.
En invierno el tiempo de conducción nocturna se multiplica al tener menos horas de luz solar, motivo por el que es imprescindible mantener en buenas condiciones las luces del coche. Es importante revisar periódicamente todas las luces del coche, tanto de la parte delantera como de la trasera.
Sin embargo, es probable que hayas notado que las luces de tu coche ya no iluminan como antes. Quizás no sea una sensación equivocada y estés sufriendo algún problema con las luces. Estos son los motivos principales por los que los faros pueden perder efectividad y poder de iluminación en la carretera.
Carcasa gastada
Los faros tienen una cubierta de plástico transparente que protege las bombillas y esta, con el tiempo, puede desgastarse y volverse amarillenta. Debes cambiarla o pulirla.
Bombillas halógenas
Muchos de los vehículos siguen circulando con bombillas halógenas que, al contrario que las LED, el gas interno puede llegar a crear una película que dificulta la iluminación. En este caso, deberás reemplazar las bombillas.
Problemas con el alternador
El alternador del coche gestiona todos los componentes eléctricos del vehículo, incluyendo las luces y la potencia con la que deben iluminar. Si has descartado todo lo demás, quizás el problema esté en un alternador averiado. De hecho, si notas que la luminosidad de los faros no es constante, el problema podría estar en el desgaste de la propia correa del alternador.
Problema en el cableado
Otro posible problema está relacionado con el cableado. Si está en malas condiciones, es posible que la electricidad no llegue correctamente y las bombillas no funcionen a plena potencia.