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Grupo Fiat Chrysler ha anunciado un cambio de rumbo en el desarrollo de sus propulsores diésel destacando que su revisión interna no ha detectado fallos como el causante del escándalo Volkswagen y la
introducción de controles y sistemas anticontaminación más exhaustivos para limitar al máximo las emisiones contaminantes de sus motores diésel. Este anuncio se materializará
en el segundo trimestre de 2017 donde veremos el desembarco de nuevos propulsores diésel para las marcas Fiat, Alfa Romeo y Maserati en Europa. Tras el descubrimiento del y las , no es de extrañar que los fabricantes estén reforzando sus estrategias para reducir al máximo las emisiones contaminantes de sus propulsores diésel. Fiat-Chrysler seguirá el mismo procedimiento aplicado por Renault,
sustituyendo en sus futuros propulsores los sistemas NOx-Trap por los más complejos y costosos sistemas SCR, reducción catalítica selectiva, que funcionan mediante la adición de una solución de urea denominada
AdBlue.
FCA asegura que ha revisado sus propulsores diésel para comprobar que no existe ningún indicio de manipulación, un punto que dado el momento de histeria colectiva merece la pena remarcar. Aún así, y
en previsión ante un más que probable endurecimiento de los criterios de homologación de emisiones en la zona euro, el grupo italoamericano ha dado un paso al frente adelantando los principales puntos de su estrategia a corto plazo para la nueva generación de propulsores diésel. Fuente:
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