ESTILO FRANCÉS E IMPONENTE
Si creías que los compactos eléctricos, híbridos o de gasolina no podían hacerlo todo, el Peugeot 308 2026 viene a demostrarnos lo contrario. Descubre por qué se ha ganado la fama de ser bueno en todo.
Peugeot ha afinado el 308 hasta dejarlo en ese punto dulce que todos queremos: un compacto que no choca para mal, que no promete cosas que no cumple y que, además, resulta atractivo, tecnológico y cómodo para el día a día.
La tercera generación retoca la silueta, pule el interior y monta una gama mecánica tan variada que rara vez tendrás que ceder a compromisos. Con carrocerías cinco puertas y familiar SW, el 308 2026 no pretende revolucionar el segmento C, sino demostrar con oficio que se puede ser moderno sin volverse extravagante.
Aquí no hay postureo gratuito: la parrilla integrada y el logotipo iluminado le dan carácter, los faros y los paragolpes renuevan la lectura frontal y las llantas nuevas cierran una imagen contemporánea que funciona igual en ciudad que en autopista. Es un restyling que mejora lo esencial sin perder la premisa de siempre: buen diseño que suma sin encarecer el producto. En esencia, un GTI con esa receta europea de diseño compacto, tracción delantera y aroma deportivo que tan bien ha funcionado por nuestras tierras.
El 308 mide 4,36 metros en carrocería normal y 4,64 en la SW, dimensiones contenidas pero bien aprovechadas, y el restyling trabaja precisamente en eso: mayor presencia sin estridencias, con nuevas tomas de aire que refuerzan la sensación de aplomo.
La firma lumínica y el logotipo iluminado no son caprichos. Son elementos que actualizan la lectura del coche y mejoran visibilidad y reconocimiento nocturno, y las nuevas llantas de 17 y 18 pulgadas terminan de darle una fisonomía más actual.
Peugeot ha querido que el coche se lea de un vistazo: contemporáneo, serio y con personalidad suficiente para competir frente al Golf o el León sin apelar a extravagancias.
Dentro sigue mandando el conocido i-Cockpit, con dos pantallas de 10 pulgadas que colocan la información en su sitio y permiten manejar el sistema multimedia con sentido. Los i-Toggles facilitan accesos y evitan menús interminables, algo que se agradece cada día que pasas tras el volante.
La ergonomía está bien resuelta: asientos cómodos, recorridos correctos para largas jornadas y un maletero que va de 314 a 412 litros en la carrocería cinco puertas y de 467 a 599 litros en la SW, cifras que hablan de versatilidad real y no de marketing.
El acabado interior mantiene una sensación de calidad medida: hay presencia tecnológica y confort, pero sin lujos innecesarios. Peugeot ha optimizado lo que se usa, y eso en el segmento C es ya una ventaja competitiva.
La gama es una declaración de intenciones: un Diesel BlueHDi 1.5 de 130 CV con cambio automático de ocho velocidades para quien hace muchos kilómetros. Un gasolina micro-híbrido 1.2 de 145 CV con doble embrague y etiqueta Eco para el uso mixto. Un híbrido enchufable de 195 CV y 85 km eléctricos para quien quiere lo mejor de ambos mundos, y una versión eléctrica con 156 CV y 450 km de autonomía gracias a una batería útil de 55,4 kWh.
La híbrida enchufable carga en 2 h 5 min a 7,4 kW y la eléctrica admite hasta 100 kW en carga rápida DC recuperando el 80% en unos 32 minutos, además de ofrecer V2L para alimentar dispositivos hasta 3,5 kW: detalles técnicos que convierten al 308 en herramienta más que en objeto.
Cada variante tiene sentido: ahorro y comodidad, eficiencia en recorrido largo, cero emisiones en urbano o autonomía eléctrica real para viajes. Peugeot ha diseñado una oferta que permite elegir sin renunciar a coherencia de producto.
En España se venderá con acabados Style, Allure, GT y GT Exclusive, con una base completa que incluye instrumentación digital, faros full LED y llantas negras, y escalones superiores que añaden el logotipo iluminado, intermitentes secuenciales y faros Matrix LED para quien quiera más presencia y tecnología.
La configuración está pensada para no inflar la factura de manera innecesaria: hay opción para quien quiere lo mínimo eficiente y para quien busca un compacto con nivel premium moderado, sin que ninguna versión traicione la identidad del modelo.
Es un planteamiento honesto: más sensatez que postureo, más utilidad que adorno, y suficientes herramientas tecnológicas para dejar contento al comprador medio sin complicarle la vida.
Los precios arrancan en 26.270 € la microhíbrida, 28.400 € el Diesel, 33.380 € la híbrida enchufable y 36.920 € el eléctrico, con descuentos aplicados de entre 1.500 y 5.200 € según versiones. Cifras con las que el 308 se coloca en una franja atractiva frente a rivales directos.
No son gangas milagrosas, pero sí precios acordes a una oferta técnica amplia y coherente: pagas por lo que necesitas y tienes alternativas reales para adaptar gasto y uso.
En resumen, la relación producto-precio es sólida: tecnología, practicidad y variedad sin trampa, lo que convierte al 308 en una compra racional para quien pide equilibrio.
El Peugeot 308 2026 no pretende ser el más radical ni el más barato. Pretende ser el más versátil, y lo consigue: buen diseño, interior funcional, motores para cada necesidad y tecnología que aporta valor real, no brillo pasajero.
Si buscas un compacto que no te obligue a renunciar a nada (ni a la comodidad, ni a la eficiencia, ni a la posibilidad de elegir cero emisiones), el 308 es, sin alardes vacíos, una de las mejores elecciones del segmento C.