Construido por M-Sport Polonia ha contado con el apoyo de Ford Performance
Aunque el downsizing se ha visto ligeramente detenido por la irrupción de los sistemas híbridos, ha quedado patente que las mecánicas pequeñas con turbopueden tener un gran rendimiento y fiabilidad incluso en competición.
M-Sport fue la encargada de desarrollar y mantener todos los coches que han competido en el Mundial de Rallies bajo el logotipo del ovalo de manera oficial desde 1997 hasta que en 2012 los de Detroit tomaron la decisión de abandonar el campeonato. Desde entonces, los hombres de Malcolm Wilson han seguido representando a Ford Performanceen el campeonato, algo que les ha permitido sumar los dos últimos títulos de Campeones del Mundo de piloto y copilotos con Sébastien Ogier y Julien Ingrassia y conseguir además el título de constructores en 2017.
Aunque no está oficialmente como fabricante,Ford ha apoyado durante los últimos meses la participación de los Ford Fiesta WRC de M-Sport en las series intercontinentales, y ahora, con la llegada de la nueva generación del vehículo de producción de los de Detroit, esta colaboración técnica y financiera también se ha extendido a los vehículos carreras-cliente que actualmente se encuentra desarrollando el equipo con sede en Cumbria, con la fecha de debut en mente de 2019.
El primero en presentarse ha sido precisamente el Ford Fiesta R2T, el que ha sido el verdadero coche escuela en el Mundial de Rallies desde que debutó en 2009 como vehículo protagonista de la WRC Academy. En aquel momento, el vehículo de tracción delantera de la copa monomarca en la que compitieron nombres como Craig Breen, Yeray Lemes o Cohete Suárez, contaba con un motor 1.6 Ti-VCT atmosférico. No tardaría en llegar su segunda generación, en este caso estrenando un revolucionario propulsor tricilíndrico de 1.0 litros turbo que se convirtió en la referencia de la categoría junto al Peugeot 208 R2 y el Opel Adam R2.
La nueva generación del Fiesta R2T parte del mismo concepto, en este caso aprovechándose de una base deportiva como es el ST-Line de producción a partir del cual, los responsables de la base de M-Sport en Cracovia han desarrollado su primer vehículo de competición desde que se creó dicha estructura. Se vuelve a contar bajo el capó con el motor tricilíndrico de 1.0 litros (999 cc) y turbocompresor con una potencia que se ha elevado hasta los 200 CV a 6.500 rpm y un par máximo en el eje delantero de 290 Nm.
Premiado en más de una ocasión como motor del año, el EcoBoost de Ford se ha mostrado como una mecánica fiable en competición y que ha ido mejorando las prestaciones durante los últimos años desde la primera versión presentada en el Salón de Ginebra con 170 CV de potencia. Una buena muestra de que los motores protagonistas del downsizing también pueden ser llevados a las carreras. Estará asociado a una caja de cambios secuencial de cinco velocidades de Sadev, mientras que la suspensión es responsabilidad de Reiger, en este caso con muelles Eibach.
Aunque no se ha hecho publico su fecha de debut, sí se espera que esté disponible para el inicio del JWRC 2019, el Rally de Suecia, en el mes de febrero. La prueba escandinava dará el pistoletazo de salida a un calendario que incluirá Córcega, Cerdeña, Finlandia y Gales en un certamen que volverá a tener como premio una unidad del Ford Fiesta R5 en propiedad.