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UNA HERRAMIENTA DE CONDUCCIÓN

Freno motor: ¿es peligroso abusar de ello?

El freno motor puede ayudarnos en numerosas ocasiones, pero...¿puede resultar perjudicial para nuestro coche?

En los últimos meses hemos asistido a una importante escalada en el precio de los carburantes, aunque no ha sido lo único que ha incrementado su coste: los propios vehículos nuevos son más caros debido a la escasez de componentes necesarios para su fabricación, mientras que otros costes asociados al uso de los vehículos privados, como la contratación del seguro obligatorio, también son más caros ahora que hace un año.

Evidentemente, el coste que más nos 'pica' en el bolsillo es el de los carburantes, debido principalmente a que debemos abonarlo de manera recurrente: si no llenamos el depósito de nuestro coche, no podremos utilizarlo. Por eso, la búsqueda de vehículos más económicos de utilizar se ha disparado en los últimos tiempos, haciendo también que cada vez más y más conductores se interesen por la conducción eficiente y por diversos trucos para reducir el coste de utilización del coche.

A la hora de conducir, una de nuestras grandes aliadas si queremos ahorrar carburante es la inercia: si circulamos con una marcha engrasada y sin acelerar, dejando que el coche ruede, no estaremos gastando ni una sola gota de combustible. Muchos conductores, además, utilizan el denominado como 'freno motor' o 'retención' para reducir la velocidad de sus vehículos a la hora de detenerse, minimizando así también el uso de elementos mecánicos del sistema de frenos.

¿Es perjudicial abusar del freno motor?

Existe la creencia de que abusar del freno motor puede llegar a ser perjudicial para nuestro coche y, de esa manera, que el potencial ahorro que conseguimos con la retención del motor se transforme en un gasto innecesario a la hora de arreglar nuestro vehículo. ¿Es eso cierto?

La realidad es que, bien utilizado, el freno motor no tiene porqué causar ningún daño a nuestro motor, ni a nuestra transmisión, ni a ningún otro componente mecánico de nuestro coche. Se trata de, simplemente, saber cómo podemos utilizar esa retención en nuestro beneficio sin que suponga problema alguno para nuestro vehículo. Con unos pequeños consejos podremos utilizar el freno motor de nuestro coche sin problema ninguno:

  • No reducir de manera brusca, ni realizar saltos entre marchas que no sean correlativas para evitar forzar los engranajes y sincronizadores de la transmisión.
  • Utilizar de manera suave el embrague: no merece la pena soltar el embrague de golpe para intentar reducir antes, ya que podremos recibir un generoso tirón que, además, forzará otros elementos como los soportes del motor.
  • No dejar caer el motor de vueltas: cuando las revoluciones del motor se aproximen a las 1000 rpm, deberemos pisar el embrague para liberar la marcha, ya que de lo contrario el motor comenzará a dar tirones y, finalmente, podría incluso llegar a calarse.

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