Cuando el frío llama a la puerta y el invierno llega de su mano,
nos solemos acordar de lo importante que es estar preparados para las peores condiciones. Ese recuerdo lo tenemos también cuando hablamos de nuestro coche: la , el estado de los neumáticos, un buen aceite para el motor...pero ¿qué sucede cuando tenemos que conducir con y hielo? ¿Sabemos qué es mejor? ¿Sabemos qué alternativas hay a las tradicionales ?
Cuando el terreno se complica y tenemos que circular en condiciones de muy baja adherencia como puede ser el hielo y la nieve, dos son las opciones más comunes: los neumáticos de invierno y las mencionadas cadenas. Vale, ya tenemos claro que tenemos más de una posibilidad, pero...¿cuál debemos elegir? ¿Qué ventajas tiene una respecto a la otra?
Las cadenas son posiblemente una de las ayudas a la conducción más conocidas...pero que peor y en menor medida se utilizan.
¿Qué ventajas aportan las cadenas frente a los neumáticos de invierno? Básicamente dos:
el precio, significativamente más reducido que el de los neumáticos de invierno (sobre todo si hablamos de las cadenas tradicionales, las metálicas) y
una mejor tracción cuando se trata de la primera arrancada en condiciones difíciles. Por contra,
las cadenas sólo se pueden utilizar a velocidades inferiores a 50 km/h, su instalación puede resultar peligrosa al realizarse generalmente en condiciones algo más complicadas (en el arcén, en una carretera de montaña...)
y su incorrecto montaje puede traer como consecuencia daños en nuestro vehículo al engancharse en elementos móviles de la dirección, la suspensión o el equipo de frenos.
Los
neumáticos de invierno, cuyo uso hasta hace un puñado de años en España era prácticamente testimonial, ofrecen una serie de ventajas que hace que su utilización sea, en términos generales, más lógica que la de las cadenas, sobre todo si, en periodo invernal, circulamos con frecuencia por
zonas en las que la nieve y los terrenos deslizantes como la lluvia y el hielo hacen acto de presencia por norma general. Así,
son más seguros en todo tipo de situaciones, no requieren de ningún montaje especial ni modificación del vehículo, y al poderse montar en ambos ejes, el comportamiento no se ve alterado. Por contra, es evidente que
el desembolso económico es sensiblemente mayor que adquirir unas cadenas. Además
sus prestaciones disminuyen cuando la temperatura es superior a los 7ºC, por lo que deberemos contar con otro juego de neumáticos de verano para su montaje cuando pase la temporada invernal. ¡Tú decides! #TePuedeInteresar
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