VISTAS EN GALICIA
El despliegue de Tráfico para vigilar las carreteras también incluye, ahora, vehículos de dos ruedas cuya misión pasa por controlar los excesos de velocidad y el consumo de alcohol.
La Dirección General de Tráfico (DGT) está más que preparada para afrontar la Operación Salida 2020 con un despliegue formado por 1.324 radares, 216 cámaras fijas, 12 helicópteros, 11 drones… a los que hay que añadir los vehículos camuflados que han empezado a ser vistos no hace mucho. Ahora, a las furgonetas y a los camiones, se unen las motos. VER VÍDEO DE ARRIBA.
Igual que ha ocurrido con estos vehículos industriales, la idea de emplear motos camufladas no es nueva. Está sobre la mesa desde 2018, pero ha sido ahora cuando han empezado a circular por las carreteras españolas. Su objetivo no es otro que reducir la tasa de mortalidad de los motoristas. Y es que tras cuatro años en los que vivió una tendencia a la baja hasta situarse en un 19% de fallecidos, en 2019 esta cifra creció hasta el 24%: 264 personas que iban en un vehículo de dos ruedas perdieron la vida.
Velocidad y alcohol
Tal y como informa La Voz de Galicia, la DGT ha empezado sus pruebas en esta comunidad autónoma del norte de España. Este sistema de vigilancia integrado por motos camufladas tiene una doble misión: controlar las malas conductas de circulación centrándose en los excesos de velocidad y en el consumo de alcohol.
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La DGT cuenta con una flota muy amplia de vehículos utilizados por diferentes cuerpos de seguridad, destinados a controlar el tráfico, prevenir accidentes y minimizar las infracciones de tráfico. Sin embargo, no todos los vehículos son iguales, y ni siquiera todos están equipados con las mismas herramientas.Los vehículos que posiblemente sean más completos son los denominados como 'patrullas integrales'. ¿En qué consisten?
Las 'patrullas integrales' son motocicletas, no coches, equipadas con varios sistemas de control y detección de infracciones, que ponen en jaque a los conductores que se dedican a circular sin tener en cuenta las normas de tráfico. No son nuevas: se incorporaron a la flota de la DGT hace casi dos años, pero su presencia en las carreteras no es muy visible. No obstante, se utilizan en ocasiones especiales, ya que cuentan con toda una batería de medidas que permiten a los agentes realizar diferentes controles y pruebas a los conductores.