UNA PROHIBICIÓN QUE POCOS CONOCEN
Los conductores que cuentan con algún defecto de visión se cuentan por millones. Afortunadamente, la mayoría de ellos sólo necesitan de pequeñas correcciones que, gracias a las gafas graduadas, les permiten conducir con absoluta normalidad. Sin embargo, no vale cualquier tipo de gafa...
Para que un conductor pueda circular con seguridad es esencial que posea ciertas condiciones psicotécnicas, y que éstas estén bien desarrolladas. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, una capacidad de atención adecuada para mantenerse alerta ante posibles peligros en la carretera, habilidades perceptivas para interpretar rápidamente señales de tráfico y movimientos de otros vehículos, así como una buena coordinación motora para realizar maniobras precisas.
Además, una vista saludable es fundamental ya que la capacidad de ver claramente la carretera, señales, peatones y otros vehículos es esencial para tomar decisiones rápidas y seguras. La agudeza visual, la percepción de profundidad y la capacidad de adaptación a diferentes condiciones de luz son aspectos cruciales que influyen en la seguridad del conductor y de otros usuarios de la vía. Por lo tanto, es importante que los conductores realicen revisiones oftalmológicas periódicas y usen corrección visual con gafas o lentillas si es necesario para garantizar una conducción segura.
En España existen millones de conductores que necesitan hacer uso de algún elemento de corrección visual para poder conducir con total seguridad. Según la ley, además, los usuarios que necesitan conducir con gafas deben someterse a los exámenes psicotécnicos con ellas y disponer de un juego adicional de repuesto en el coche por si fuese necesario. Lo que la mayoría de usuarios no saben es que existe un tipo de gafa graduada que está prohibida para conducir y, de hecho, es motivo de sanción si se utilizan al volante.
No, no estamos hablando de gafas de sol por la noche o gafas de colores extraños, sino de gafas de ver, de lectura o de visión, graduadas. Nos estamos refiriendo a las gafas premontadas, un tipo de montura que en los últimos años ha adquirido gran popularidad gracias, básicamente, a su bajo precio y a su alta y rápida disponibilidad. Disponibles en la mayoría de farmacias y parafarmacias del país, e incluso en algunas tiendas y centros comerciales, estas gafas cuentan con cristales graduados con ciertos valores estándar para que los usuarios puedan salir del apuro.
Sin embargo, estas gafas no están permitidas para labores de conducción: hacerlo y ser detectado por un agente de la autoridad puede suponer incluso una multa, ya que la infracción es equivalente a hacerlo sin gafas, por lo que estamos hablando de una sanción de 200 euros. De esta manera, si eres de esos conductores que están obligados a llevar gafas, te recomendamos que hagas uso siempre de las gafas que has conseguido en tu óptica, y dejes las gafas premontadas para usos menos exigentes.