MEJOR INCULCARLO COMO UN JUEGO
La seguridad de los pasajeros que viajan detrás en el coche, especialmente si son menores, aumenta durante la operación de salida si manipulan las puertas de esta forma.
Como conductores, la seguridad de todos los ocupantes de nuestro vehículo es responsabilidad nuestra en casi su totalidad, por eso es importante asegurarse que toman en serio todas las normas de seguridad desde el momento en que suben a bordo del mismo.
Últimamente, se ha hecho viral el consejo de utilizar el que han venido en llamar 'truco de la mochila' a través de una campaña de la DGT, que no es otra cosa que dejar en el maletero este elemento para obligarnos a estacionar en un lugar adecuado para abrir el maletero y evitar la tentación de que los pequeños se bajen en cualquier momento sabedores que llevan encima todo lo que necesitan para el cole.
Éste, como otros gestos, son bastante útiles, y por ello la Dirección General de Tráfico trata de que se extienda su uso y así, en mayor o menor medida, mejorar la seguridad de conductores, pasajeros y peatones.
De cara a evitar el peligro que puede suponer salir de nuestro vehículo sin asegurarnos antes de que no pase en ese momento por nuestro lado un vehículo (ya sea un coche, moto, bicicleta y, últimamente y cada vez más un patinete eléctrico) han surgido otros gestos o trucos, como el conocido de abrir la puerta del conductor 'a la holandesa'.
Esta recomendable acción implica algo tan simple como acostumbrarse a abrir la puerta con la mano contraria (en la mayoría de los países la derecha) para que al girarnos veamos si se acerca algún vehículo con el que pudiéramos impactar, como refuerzo al retrovisor y a avisos de ángulo muerto con que cuentan ahora muchos coches modernos.
Por eso, trasladar este mecanismo de seguridad enseñando a hacer lo propio a los pasajeros, especialmente en el caso de los niños, a modo de juego si se quiere desde temprana edad, puede evitar situaciones peligrosas, ya lo hagan por la puerta derecha hacia la acera o, peor aún, por la izquierda, que solo debe usarse al estacionar en batería o lugares seguros a salvo de la circulación.
Y es que, en las puertas traseras, ni siquiera queda el recurso de un último vistazo al espejo retrovisor por encontrarse a bastante distancia, y porque aquél se encuentra orientado a la visión del conductor o el copiloto, aunque éste también se vería obligado a inclinar la cabeza para poder detectar vehículos que llegaran por ese lado en caso de calzadas de varios carriles.