DEPORTIVO DE COLOR INCONFUNDIBLE
Uno de los deportivos de gran rendimiento del momento es nada menos que de Hyundai. Pero es que el Hyundai i30 N es un cinco puertas capaz de desafiar al que se ponga por delante.
Pocos coches tienen el legado del Volkswagen Golf GTI. Cualquier aficionado al mundo de los coches lo quiere. Pero si hoy te pones a buscar un coche deportivo de alto rendimiento en el mercado a precio accesible, hay algunos modelos que te pueden hacer dudar. Y quizás uno de los que más papeletas tiene para ello es de Hyundai. Es posible que otrora no te hubieras fiado de la marca coreana en la búsqueda de un coche que no fuera low-cost. Pero la pura realidad es que el Hyundai i30 N ha conseguido poner contra las cuerdas a todos los demás deportivos de rendimiento del mercado.
Y es que el Hyundai i30 N desafía al Volkswagen Golf GTI y compañía tanto por su aspecto exterior como por sus prestaciones. La cifra de potencia de la que presume llega incluso a los 280 CV en la versión Performance, con un par motor de 392 Nm. Pero su comportamiento en pista y en carretera también es más propio de un deportivo que el del Golf GTI, que se queda un poco más en la línea del lujo que del rendimiento.
El Hyundai i30 N presume de una dinámica de conducción y una puesta a punto más pensada para mejorar el paso por curva y exigir un poco más al coche. Ciertamente es que yendo por autovía a 120 km/h esto no será relevante. Pero quien se compra un GTI o un N está pensando en obtener experiencias más propias del rendimiento en pista. En ese sentido, el Hyundai resulta más purista que el Volkswagen. Aunque es cierto que para el día a día, el GTI puede tener un comportamiento más estándar.
Esto es también evidente por la incorporación de serie del diferencial electrónico autoblocante en la versión Performance, que mejora la tracción y da un mayor control sobre la respuesta del coche en la salida de curva. Se nota especialmente en la respuesta del vehículo al volante, siendo mucho más purista y ofreciendo un mayor dominio al conductor, que se convierte en piloto a los mandos del Hyundai. Aunque es posible, eso sí, elegir diferentes modos de la suspensión adaptativa.
Eso sin olvidar los modos de conducción N optimizados para el rendimiento del coche, como es el N Grin Shift o el N Power Shift que permiten sacar el máximo partido a la transmisión automática de doble embrague de la versión N DCT. El primero se activa con un botón del volante que maximiza el rendimiento del motor y la transmisión durante 20 segundos proporcionando todo el par y la aceleración posibles al elegir la marcha que permita el mayor número de revoluciones. El segundo se activa automáticamente al llevar el acelerador al último 10% del recorrido, y se encarga de minimizar la pérdida de par en los cambios de marcha. La idea es integrar en el cambio automático la sensación del cambio manual en uso deportivo.
Pero la gran diferencia con el Volkswagen Golf GTI es el precio. Y es que mientras que el "coche del pueblo" ha ido subiendo su precio hasta cifras que ya no pueden considerarse accesibles, es el Hyundai i30 N el que se ha convertido en la opción viable para el que quiere un coche de rendimiento deportivo, al menos en la versión de acceso de 250 CV, que se queda en los 38.000 euros. El GTI, por ejemplo, se va hasta los 44.000 euros. Cerca de esa cifra, y en función de la oferta del momento, es posible conseguir el i30 N Performance.
Elegir el color ya queda de tu mano, aunque permíteme decir que no elegir el Performance Blue tan característico de Hyundai sería un grandísimo error.