DURA SANCIÓN

La Guardia Civil pilla a cuatro personas copiando con pinganillos en el examen de conducir

Copian en el examen de conducir con pinganillos y la Guardia Civil les sanciona duramente.

La Guardia Civil pilla a cuatro personas copiando con pinganillos en el examen de conducir Guardia Civil

El examen de conducir es una de las pruebas más temidas y respetadas por los jóvenes que aspiran a ser futuros conductores. Por ese motivo, muchos de ellos dedican horas y horas de estudio para tener un conocimiento pleno de la normativa general de circulación. No es lo único que hacen, también afrontan un gran número de test similares a los que se encontrarán en la prueba oficial.

Sin embargo, al igual que ocurre en los exámenes del periodo escolar, existe un escaso número de personas que optan por hacer trampas y copiar. Estos sistemas para copiar se han ido sofisticando con el paso de los años y el avance de las tecnologías. Lo que antes era la típica 'chuleta' que escribías en un papel, ahora es un pinganillo.

Cuatro personas copian en un examen de conducir | Guardia Civil

Este ha sido el caso de cuatro examinados. Estos ocultaban teléfonos, receptores de señal y audífonos móviles entre la ropa y en el oído. Las actuaciones se llevaron a cabo durante la protocolaria inspección realizada que realizan los agentes del Grupo de Investigación y Análisis (GIAT) de la Guardia Civil y los propios examinadores de la Jefatura Provincial con el objetivo de evitar suplantaciones de identidad o posibles irregularidades e ilegalidades.

El comportamiento de los cuatro sancionados durante el examen realizado en Logroño hizo sospechar a los agentes y examinadores. Aunque estos esperaron hasta la conclusión de la prueba para evitar alterar al resto de personas que también se estaban examinando.

Las sanciones a las que se enfrentan estos cuatro individuos es de 500 euros de multa y una prohibición para presentarse de nuevo al examen de conducir en un plazo máximo de seis meses. Además, esta ilegalidad no solo les va a costar enfrentarse a estos castigos. Según ha podido saber la Guardia Civil, estas cuatro personas habrían llegado a pagar entre 1.000 y 1.500 euros a las personas que les suministraron los aparatos.