Para ayudar y no estorbar a los equipos de emergencia
Presenciar un accidente nunca es agradable, pero nuestro deber es ayudar en la medida de lo posible, y hoy os contamos los pasos a seguir para no estorbar.
En la carretera no estamos solos y, en determinadas ocasiones, puede tener lugar un accidente. Sin lugar a dudas, ser testigos de esta situación es no solo desagradable, sino también impactante, por lo que es normal que nos quedemos en shock. Sin embargo, nuestro deber es ayudar en la medida de lo posible para socorrer, facilitar la llegada de los servicios de emergencia y advertir a los demás conductores del accidente pero, ¿cómo se llevan a cabo todas estas prácticas de manera correcta? Hoy te lo explicamos.
Y es que aunque es cierto que nuestra labor como testigos es la de ayudar, se debe de hacer de manera que no estorbemos o compliquemos aún más la situación. De lo contrario, podríamos provocar estragos capaces de no solo obstruir el avance de ambulancias, bomberos y policías, sino también perjudicar el bienestar de los accidentados.
El primer paso que debemos llevar a cabo es el de estacionar en la calzada de la mejor manera posible, evitando que nuestro coche genere otro accidente e indicando la emergencia con nuestros triángulos de emergencia -o luz V-16 en su defecto- y colocarnos el chaleco reflectante. Sin embargo, debemos seguir siendo igualmente precavidos a la hora de movernos hacia el lugar del accidente, asegurándonos en todo momento de que los demás usuarios de la vía se han percatado de la situación.
El segundo paso que debemos realizar es llamar a los servicios de emergencia, al 112 en el caso de España. Será necesario aportar la máxima información posible: lugar del accidente, calle, carretera, kilómetro, suceso, situación…De esta forma, la llegada para socorrer a los accidentados se agilizará y podrá ser de forma más eficaz.
Por último, pero no por ello menos importante socorrer. Este es, seguramente, el paso más trascendental de todos. Bajo ningún concepto deberemos extraer el casco a un motorista, proporcionar alimentos o medicinas a los accidentados ni mover al herido, de lo contrario podríamos agravar sus lesiones. Debemos mantenernos cerca pero con prudencia, intentar facilitar la llegada a los equipos de emergencia y tan solo proporcionar ayuda en caso de que el accidentado pueda salir por su propio pie.