CAMBIOS NORMATIVOS PARA DATOS MÁS REALISTAS
Los híbridos enchufables se han convertido en la opción preferida para aquellos conductores que buscan iniciarse en el mundo de la electrificación más avanzada.
En los últimos años hemos asistido a una suerte de 'transformación' del mundo del automóvil, en especial de los automóviles dedicados al uso particular y privado. El diésel ha dejado de ser el combustible mayoritario y la mayoría de fabricantes de automóviles han decidido centrar sus inversiones en la electrificación de sus gamas, lo que ha provocado una avalancha de lanzamientos con sistemas híbridos y eléctricos.
De hecho, la mayoría de vehículos nuevos matriculados durante los últimos meses cuentan con un mayor o menor grado de electrificación, lo que supone, en la práctica, reducir las emisiones contaminantes producidas por los motores térmicos que también equipan. La comercialización en particular de vehículos híbridos enchufables reporta a los fabricantes grandes beneficios también en el terreno administrativo, ya que gracias a las ínfimas emisiones que homologan, les permiten reducir de manera sustancial la media de emisiones de su gama.
En cualquier caso, todos sabemos que la autonomía media de un híbrido enchufable ronda los 50 km, una autonomía suficiente para muchos desplazamientos urbanos pero insuficiente para los desplazamientos por carretera, momento en el que el motor de combustión tiene que generar energía para seguir moviendo el vehículo. En ese caso, el consumo se dispara, multiplicando varias veces las cifras homologadas.
La UE se lo quiere poner más difícil a los PHEV
La Unión Europea es consciente de ello, de forma que quiere luchar contra este 'vacío legal' que ha aparecido con esta tecnología, ya que si bien los fabricantes no están dando datos falsos, la realidad es que el ciclo de homologación al que son sometidos estos vehículos no se adapta a la idiosincrasia de sus propulsores.
Por esta razón, a partir de 2025 los PHEV, los híbridos enchufables, tendrán más difícil su homologación ya que tendrán que reportarse datos adicionales a los que ya se conocen habitualmente. De esta manera, se introducirá un factor de utilidad (la proporción de uso de la batería con respecto al motor de combustión interna) más realista, dando más protagonismo al motor de combustión para así homologar consumos más cercanos a la realidad. En 2027 ese factor de utilidad volverá a cambiar para insistir aún más en los motores térmicos que equipan estos sistemas de propulsión, arrojando así datos mucho más cercanos a la realidad.
Y es que según los datos recogidos en un estudio llevado a cabo por el Instituto Fraunhofer para el Consejo Internacional de Transporte Limpio ICCT y el Instituto Fraunhofer en el que se ha analizado la conducción de más de 9000 usuarios de coches híbridos enchufables, el consumo real de combustible de los PHEV en Europa sería, de media, entre tres y cinco veces superior a los valores homologados por los fabricantes.
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