CONOCE TU VEHÍCULO
Escuchar un ruido en nuestro coche que antes no existía quiere decirnos que algo no está funcionando correctamente. Desde Centímetros Cúbicos, te ayudamos a identificar estos sonidos que podrán ayudarte a evitar un gran gasto en el taller.
La mayoría de de las averías producidas en un coche se producen como resultado de un fallo prologando en el tiempo. Cuando esto sucede, nuestro vehículo trata de 'avisarnos' mediante una serie de ruidos extraños, unos que no habíamos escuchado antes. Saber identificar este tipo sonidos podría librarte de un gran problema económico.
Detectar este tipo de avisos sirven para percatarse de que algo no está funcionando correctamente. En este momento, debemos actuar sin dudarlo, en caso contrario, lo que quizá sea un pequeño fallo que podría arreglarse en un par de horas, pasaría a convertirse en una larga avería que requiera de un mayor esfuerzo económico por parte del propietario.
Cabe destacar que miles de coches superan la ITV con resultado desfavorable con resultado desfavorable cada año. Esto se debe a que tienen pequeños fallos que los conductores no han sido capaces de detectar y subsanar a tiempo. En muchas ocasiones, una simple visita al taller hubiese servido para evitar esta situación. Por ello, desde Centímetros Cúbicos te ayudamos a detectar hasta cinco sonidos que podría ser el inicio de una avería grave.
En caso de que escuches un petardeo del tubo de escape y te presentes a pasar la ITV, para ver si 'cuela', sentimos informarte de que tu vehículo no superará la inspección. Y es que este molesto sonido supone un fallo en la junta en algún punto de ese recorrido, por lo que, además del ruido, notarás una pérdida de rendimiento.
El sistema de escape expulsa los gases que se generan durante la combustión, a través del catalizador, los colectores, y las salidas al exterior. Por este motivo, también es posible que tu coche expulse más cantidad de humo de la habitual. Para solventar este problema, deberás acudir lo antes posible al taller.
El embrague tiene dos funciones funciones muy claras. La primera de ellas es responsabilizarse del movimiento del vehículo. Y la segunda, conseguir sincronizar todos los elementos necesarios para cambiar de marcha, de manera que el vehículo pueda circular de forma óptima.
Si escuchas un sonido seco al pisar el embrague, es porque alguno de los elementos que participan en su activación está desgastado, lo que podría provocar daños graves si no se soluciona a tiempo. Más aún si cabe, al tratarse de uno de las piezas más importantes de nuestro vehículo.
El motor es el encargado de transformar la energía de combustión interna, la eléctrica o la combinación de ambas en energía que permita generar un continuo impulso mecánico cuya fuerza hace girar las ruedas para que el coche pueda desplazarse. Cuando se origina una descompensación en el funcionamiento del motor, aparecen las averías.
Escuchar un golpeteo metálico en el corazón de nuestro coche se traduce en que el pistón está golpeando las válvulas. Esto supone un importante problema, por lo que debes parar le vehículo inmediatamente, porque puedes gripar el motor. Desde Centímetros Cúbicos te recomendamos que llames a la grúa para que te lleve el coche al taller porque en caso de que se gripe, deberás cambiar toda la mecánica.
El amortiguador es un componente más del sistema de suspensión, que está formado por otros elementos como son el resorte muelle, las rótulas y los brazos, entre otros elementos. Esta pieza se encarga de que los neumáticos estén en contacto con la superficie en todo momento. Tal es su importancia, que forma parte del llamado triángulo de seguridad de un vehículo, junto con los frenos y los neumáticos.
Un traqueteo en los amortiguadores de tu coche al pasar por un bache o un resalto, es síntoma de que estos están dañados y hay que sustituirlo cuanto antes, de lo contrario la avería podría expandirse a otros elementos.
Este es uno de los sonidos más comunes y que más quebraderos de cabeza suponen a los conductores. Cuando frenas, los discos y las pastillas entran en contacto para detener el vehículo. En caso de que todas las piezas estén en perfecto estado, no debería producirse chirrido alguno, pero si lo escuchas, significa que algo está funcionando mal en tu equipo de frenado.
Lo más probable es que las pastillas estén ya desgastadas y tengas que sustituirlas. No obstante, también puede deberse a una falta de lubricación de las pastillas. Sino actúas a tiempo, podría producirse una avería más costosa e importante, como es el caso de un problema con los discos de freno.