EN SU ÚLTIMO INFORME
Los últimos datos recopilados por esta institución reflejan de forma clara que la altura y las formas de los frontales de los automóviles pueden suponer un grave riesgo.
El IIHS (Insurance Institute for Highway Safety) ha elaborado un informe en el que refleja que los nuevos diseños de los fabricantes en sus modelos pueden ocasionar un peligro mortal. Para la realización de este dossier, los investigadores del instituto analizaron un total de 17.897 accidentes que tenían como protagonistas a un único vehículo y un único peatón.
El problema de los nuevos diseños tiene que ver con que los vehículos cada vez disponen de frontales más altos y verticales, entrañando un mayor riesgo para los peatones. Los datos del informe encajan a la perfección con una investigación elaborada en 2018 y publicada en Detroit Free Press y el diario USA Today.
En Estados Unidos, los datos de seguridad relacionados con los peatones son cada vez más preocupantes, una preocupación que se enardece tras la publicación de este último informe publicado por el IIHS estos últimos días con nuevos datos. De acuerdo con el contenido del dossier, los fallecimientos en el país norteamericano se han visto aumentados en un 80% desde 2009. Un dato que se ve más agravado si tomamos el año 2021, en el que casi 7.400 viandantes perdieron la vida por una colisión con un automóvil.
El país del Tío Sam no es el único donde se encuentra este grave problema. El nuevo informe traspasa fronteras, puesto que asegura que los vehículos con frontales altos, siendo estos considerados como aquellos automóviles cuyo capó se encuentra a más de un metro del suelo, son los más peligrosos para los peatones. A su vez, señala que los que se sitúan entre los 75 cm y el metro, el típico SUV, también es considerado como un riego para las personas de a pie.
"Algunos de los vehículos actuales intimidan cuando cruzas frente a ellos en un paso de peatones", afirma David Harkey, presidente del IIHS. "Estos datos nos confirman que esos sentimientos son ciertos: los modelos con aspectos más agresivos pueden hacer mucho más daño. Me gustaría que los fabricantes tuvieran en cuenta estos resultados y vigilaran la altura y la silueta de sus SUVs y camionetas".
Las comparaciones, según el informe, con respecto a los coches de hace 30 años son terroríficas. El vehículo actual de Estados Unidos es 20 centímetros más alto, 10 más ancho y 25 más largo, lo que significa también un aumento en el peso de unos 454 kg. Asimismo, explica que los capós de la mayoría de las pick-up grandes quedan a la altura de los ojos de un adulto promedio.
El principal investigador del estudio e ingeniero, Wen Hu, aseguraba que los fabricantes podrían rediseñar los vehículos con el objetivo de minimizar el peligro que los nuevos modelos entrañan para los peatones. "Los fabricantes pueden construir vehículos menos peligroso para los peatones rebajando la altura del capó y dándole un cierto ángulo a la parrilla frontal y la unión con el capó para crear un perfil inclinado. Estos frentes actuales, macizos y masivos, no tienen ningún beneficio funcional".