"MÁS ROBUSTO QUE UN TANQUE RUSO"
Este mítico modelo de la marca Citroën vuelve a estar de moda. Se lo merece uno de los coches más duros, prácticos y económicos de la historia.
En 1984, Citroën decidió renovar su furgoneta ligera, la Acadiane, derivada de la Dyane 6 comercializada desde tan solo seis años antes de la citada fecha. La Acadiane había quedado algo obsoleta, por ello el fabricante francés crearon un modelo fundamentado en tres aspectos específicos: espacio, sencillez y robustez.
La marca gala tomó el Visa, un utilitario que se comercializaba desde 1978 y lo transformaron a una estética de furgoneta. El origen de su nombre, C15, se debe a su masa máxima autorizada de 1.500 kg y se produjeron varias versiones: con y sin ventanillas laterales, pick-up, isotérmica, autocaravana e incluso de policía.
La España rural de la época se enamoró de este modelo. No era para menos, la Citroën C15 "se lo cargaba todo", haciendo alusión a la capacidad de carga. Una capacidad que alcanzaba los 500 kg en sus inicios, pero que alcanzó los 800 kg, haciendo de esta furgoneta la opción idónea para realizar labores de reparto, circular por las zonas rurales o cargar todo tipo de objetos y materiales.
Pero, ¿por qué se ha vuelto a poner de moda? Pues bien, lo primero, por su fama de indestructible. La C15 es literalmente un hierro con ruedas que no se romperá salvo imprudencia del conductor y a veces ni con esas. Lo segundo, por sus cualidades intrínsecas que han llevado a los usuarios a explotarlas en videos virales en internet. Por ejemplo, podemos ver estas 'cequinces' subiendo cuestas por las que tan solo podían subir 4×4, derrapando, saltando por los aires o cargando con kilos y kilos en su maletero.
De forma gradual, este modelo se fue modernizando con un volante mejor, unos asientos más cómodos, una doble puerta trasera o una parrilla rediseñada. Los motores que cargaba esta Citroën fueron un 1.1 de 55 CV, un 1.4 de 60 o 75 CV y, en diésel, un 1.8 de 60 CV y un 1.9 de 69 CV. Se decía que, con su motor más potente, esta furgoneta era capaz de alcanzar los 160 km/h, aunque el récord registrado es de 170 km/h en el Autódromo del Algarve en Portugal.
Tal fue su éxito que se comercializaron un total de más 1.100.000 unidades. Curiosamente, el fabricante francés guarda las tres últimas fabricadas (se dejó de producir en 2006) en tres localidades especiales: una en el Ayuntamiento de Vigo, otra en la planta viguesa y la tercera en la ciudad francesa de Aulnay-sous-Bois.