AHORA ES FALSEDAD DOCUMENTAL
Bartolomé Vargas, Fiscal de Sala Coordinador de Seguridad Vial, ha cambiado las normas. Además, ahora, no sólo investigarán a los conductores, también perseguirán a las empresas.
Uno de los puntos de vigilancia que la Dirección General de Tráfico (DGT) mantiene de forma constante es el del transporte de mercancías y personas. Los camiones y autobuses constituyen uno de los focos de las campañas de tráfico con el objetivo de que tanto las empresas como los conductores cumplan con la normativa, que estos días se ha puesto al día. A partir de ahora, manipular el tacógrafo deja de ser una sanción leve para pasar a convertirse en un delito con penas de cárcel.
Bartolomé Vargas, Fiscal de Sala Coordinador de Seguridad Vial, ya ha comunicado este cambio a las policías con competencias en la regulación y vigilancia del tráfico: Guardia Civil, Mossos de Esquadra, Ertzaintza y Policía Foral de Navarra. De esta manera, cuando uno de los agentes detecte algún tipo de adulteración en estos dispositivos electrónicos podrá instruir un atestado por un delito de falsedad en documento oficial.
Falsedad en un documento oficial
¿Cómo han cambiado las cosas? Hasta ahora, manipular el tacógrafo era una infracción administrativa muy grave. La sanción era una multa para la empresa de transporte, otra para el conductor y la retirada de seis puntos en el carnet de conducir del susodicho.
En enero de este mismo año llegó una sentencia del Tribunal Supremo que estimaba un recurso de la fiscalía. Este movimiento ponía en orden todas las piezas para calificar estas manipulaciones como un delito contra el Código Penal. La razón es simple: se considera falsedad en un documento oficial “la manipulación fraudulenta de un tacógrafo que dé como resultado la alteración de los registros del instrumento, realizada con la finalidad de sortear los controles policiales y administrativos”. Por lo tanto, la pena puede ser hasta tres años de cárcel.
Las empresas, en el punto de mira
Para Bartolomé Vargas esta manipulación esconde detrás que un conductor de camiones o autobuses va más deprisa, con menos horas de descanso y, por lo tanto, está vulnerando la legislación. A esto ha añadido que en este tipo de delitos caben todas las formas de complicidad. O lo que es lo mismo: las investigaciones no se limitarán única y exclusivamente al conductor.
El fiscal ha abierto la veda para que los agentes extiendan sus pesquisas al titular, encargado o propietario de la empresa que sea titular del vehículo o del taller. No serán las únicas vías de exploración. Los agentes también están autorizados a examinar situaciones eventuales de abuso laboral conectadas con la manipulación de estos instrumentos que registran la velocidad y las horas de conducción en vehículos profesionales. Finalmente, también podrán investigar la siniestralidad de las furgonetas de reparto de las mercancías por carretera.
Casi 500 vehículos sancionados
Todo esto tiene todavía más sentido con las cifras sobre la mesa. La manipulación del tacógrafo se puede hacer de diferentes maneras (imán, corte de corriente…) y es una práctica bastante extendida. No en vano, en la última campaña de vigilancia de camiones y autobuses realizada por la DGT del 10 al 16 de febrero, las denuncias por exceso de horas de conducción fueron las más numerosas seguidas por las infracciones relacionadas con el tacógrafo. De los 19.499 vehículos controlados (4.800 camiones y 120 autobuses), 493 fueron sancionados por la manipulación de este dispositivo: 455 camiones y 38 autobuses.