La idea surgió de la pasión del comprador por la naturaleza
El fabricante británico de automóviles de lujo ha construido este modelo personalizado para satisfacer la petición de un cliente muy especialente
En el mundo del autómovil, los retos están a la orden del día. Algunos de ellos son más peculiares que otros. Construir un coche decorado con un ambiente floral no es algo que se vea todos los días. Esta rocambolesca historia proviene de un empresario de Estocolmo con una pasión extraordinaria por las flores. Son varios los miembros de su familia que portan un nombre floral, pero el empresario quería también un automóvil que cumpliese estas características. Por ello, este empresario retó a Rolls-Royce a construir uno de sus Phantom con la característica de incluir una escena floral seductora en su interior. El resultado final es un santuario de auténtico lujo a través de un gran número de costuras bordadas.
Es al observar el interior de este vehículo personalizado, que ha recibido el nombre de Rose Phantom, cuando se ponen de manifiesto las peculiaridades del vehículo. Al abrir las puertas del coche se puede ver por primera vez el bordado interior de las puertas traseras, pero es ya al introducirse en el coche cuando el pasajero se encuentra con una ampliación extraordinaria de la creación de costuras satinadas.
Las representaciones recogidas dentro del modelo se ilustran varias fases de la vida de las flores, desde la germinación hasta la madurez, con un recorrido asimétrico que comienza en la línea del techo en la parte trasera del coche. Desde el compartimento trasero se puede admirar también la Phantom's Gallery, concebida como pieza central del interior. Tallos de rosas bordadas suben por el cristal de la mampara frontal, proporcionando un espectáculo para los ocupantes del coche. Además, bajo demanda del comprador, el color se introduce en la forma de las mariposas Peacock y Adonis Blue, infundiendo movimiento para el elegante motivo.
El diseñador de este Rolls-Royce, Ieuan Hatherall, destacó que el comprador "buscó crear el mismo sentimiento de sobrecogimiento; una abundancia de flores para elevar el espíritu y celebrar la belleza decadente de la naturaleza en el interior sereno del Rose Phantom". El comprador añadió que quiso "poner flores y rosas en todas partes. Se convirtió en una impresionante obra de arte",