MANTENIMIENTO
Existen diferentes fórmulas para volver a poner en marcha tu coche: son soluciones temporales ya que, elijas la que elijas, deberás cambiar la batería
La batería de un coche es un elemento que sufre especialmente con las temperaturas más extremas: tanto con las bajas como con las altas. No hace falta que nos dejemos algo encendido para quedarnos sin ella: una situación mucho más frecuente de lo que pensamos, sobre todo cuando llega al periodo final de su vida útil que, de media, es de cinco años. Si el invierno te ha dejado sin batería, toma nota de estos trucos para arrancar el coche.
Si no tienes pinzas, un cargador de baterías y te resistes a llamar a tu compañía de seguros… hay una fórmula que, aunque es poco recomendable, suele funcionar: empujar el coche. No es aconsejable por seguridad (tanto la dirección asistida como el servofreno estarán desconectados hasta que arranques) y para evitar posibles averías en el catalizador. Ten en cuenta, eso sí, que sólo es una solución apta para modelos con un cambio manual y para aquellos que no tengan arranque por botón.
Hechas las advertencias, vamos con los pasos que hay que seguir: apaga todos los componentes eléctricos, pon el contacto antes de empezar a empujar o de dejar caer el coche por una ligera pendiente, quita el freno de mano, mete segunda y pisa el embrague. En el momento en el que llegues a 15 km/h, más o menos, suelta el embrague y pisa el acelerador: el coche se habrá puesto en marcha y su siguiente destino será un taller para cambiar la batería.
Las pinzas
Si tienes pinzas y estás acompañado por otro vehículo, arrancar será más sencillo y seguro. Eso sí: hay que conocer todos los pasos para que la solución no se convierta en un problema. En primer lugar hay que comprobar la compatibilidad de ambas baterías: si una puede ayudar a la otra, el siguiente paso será localizar los bornes positivos (rojos) y negativos (negros).
Conecta una de las pinzas rojas al borne positivo del coche que sí tiene batería y después haz lo propio con la otra pinza y el vehículo que no puede arrancar. A continuación, conecta una de las pinzas negras al borne negativo del coche con batería y, atención, conecta la otra pinza negra a algún elemento del motor, del chasis… que pueda hacer la función de masa: no lo conectes al borne del vehículo que queremos arrancar. Por último, arranca el coche cargado y después el que no tiene batería: sin pararlos, desconecta las pinzas sin que se toquen y sin rozar ninguna parte metálica.
Llama a tu seguro
Si ninguna de estas soluciones son para ti, te queda un último recurso: llamar a tu compañía de seguros para que el servicio de asistencia en carretera te preste ayuda. Un especialista se trasladará hasta el lugar en el que te encuentras para arrancar tu coche con un arrancador portátil o con unas pinzas. Si esto no es posible, lo trasladarán en grúa hasta el taller para cambiar la batería: el ´último paso que tienes que dar tras aplicar cualquiera de estos trucos.