UNA SITUACIÓN MUY COMPROMETIDA
Pasar la ITV a nuestros vehículos puede suponer una pesadez para muchos conductores, una pérdida de tiempo para otros o un trámite que, simplemente, hay que pasar. No hacerlo puede crearnos más problemas de los que pensamos
La Inspección Técnica de Vehículos desempeña un papel básico en la seguridad vial al intentar garantizar que todos los vehículos en circulación cumplan con unos estándares mínimos de seguridad y medioambientales. Esta revisión periódica no solo ayuda a prevenir accidentes y averías que puedan poner en peligro la vida de los conductores y pasajeros, sino que también contribuye a reducir la contaminación ambiental y el impacto negativo en la salud pública. La ITV evalúa aspectos fundamentales como el estado de los frenos, neumáticos, luces, sistemas de suspensión y dirección, así como las emisiones contaminantes.
No es lo único que se tiene en cuenta, ya que con la legislación actual de la mano, un vehículo que circula sin una póliza de seguros no puede presentarse a la prueba siendo éste último un requisito indispensable para poder ir a la ITV. Pese a todo, las estadísticas son claras: los niveles de absentismo entre los conductores españoles son demasiado altos, superando el 30%. Esto significa que tres de cada diez coches que circulan por nuestras carreteras y que tienen la obligación de superar la inspección están circulando sin ITV.
La Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), que representa a la inmensa mayoría de estaciones de inspección técnica de nuestro país, nos recuerda ahora cuáles son las posibles consecuencias penales en caso de estar involucrado en un accidente de tráfico con un vehículo que no cuenta con la inspección técnica en regla.
Y es que circular con un vehículo sin la ITV vigente no solo puede acarrear la falta de cobertura por parte de la aseguradora en caso de accidente, así como multas económicas, sino que también podría tener repercusiones penales más que importantes. En situaciones en las que un vehículo se ve implicado en un accidente debido a fallos mecánicos como neumáticos en mal estado o frenos desgastados y el conductor es consciente de estos problemas, las consecuencias legales pueden ser aún más graves si se pone en peligro la vida o integridad de las personas involucradas.
Los datos presentados en su último estudio revelaron que el año 2022 registró el mayor volumen de delincuencia vial desde 2005, según la última Memoria de Actividad publicada por la Fiscalía de Seguridad Vial. Específicamente, el número de procedimientos iniciados por conducir con temeridad manifiesta y poner en peligro la vida o integridad de las personas aumentó de manera alarmante, pasando de 1.553 procedimientos en 2018 a 3.539 en 2022, lo que representa un incremento del 128%.
No está de más recordar la importancia de comprender que conducir un vehículo sin la ITV en regla no solo implica sanciones administrativas, sino que también puede conllevar consecuencias legales más severas en caso de accidente. Para que una conducta sea considerada un delito de homicidio o lesiones imprudentes por no haber pasado la ITV, deben cumplirse ciertos requisitos, como la existencia de un riesgo concreto para la seguridad vial, la voluntariedad en la conducta del infractor y la relación de causalidad entre la conducta y el riesgo creado.