ITVS
Para que un coche pueda circular por nuestras carreteras de forma legal, debe haber superado esta inspección técnica, pero esto no siempre sucede.
Pasar la ITV es una de las obligaciones periódicas de cualquier propietario de un vehículo que circula por nuestras carreteras y, dependiendo de los años del mismo, este trámite deberá hacerse de forma anual o bianual. Para que un coche pueda circular por nuestras carreteras de forma legal, debe haber superado esta inspección técnica, pero esto no siempre sucede.
Tras una revisión los inspectores pueden considerar que tu vehículo no cumple con unas condiciones óptimas de seguridad, pudiendo presentar una ITV desfavorable o una ITV negativa. Aunque parezcan términos similares, lo cierto es que no lo son, y de hecho las multas pueden ser completamente diferentes.
Con una ITV desfavorable, el conductor tiene un plazo de dos meses para reparar la pieza del vehículo que no se encuentra en óptimas condiciones. Eso sí, el uso del vehículo debe limitarse únicamente a acudir al taller para solventar el problema y regresar a la ITV. Si circulas con la ITV desfavorable con otras intenciones pueden multarte con hasta 200 euros.
Una ITV negativa significa que el vehículo debe igualmente ir al taller, pero ojo, sin ser conducido por su dueño. En este caso el vehículo sólo puede ser trasladado por un servicio de grúa hasta que se solvente el problema, y debe ser antes de los 2 meses. Circular con un vehículo con ITV negativa puede conllevar una multa de hasta 500 euros.