PARA MEDIR MÁS GASES
Hasta el momento, las revisiones no analizan los niveles dióxido de nitrógeno (NOx) en las emisiones del vehículo.
La Inspección Técnica de Vehículos está compuesta por diferentes pruebas y una de ellas mide las emisiones de los coches para controlar que éstos cumplen con los parámetros homologados: el 11% de las faltas graves registradas en estas revisiones están relacionadas con este test. Y esto teniendo en cuenta que, por ahora, no analizan los niveles dióxido de nitrógeno (NOx). Algo que las ITV quieren cambiar.
Explican desde la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos que, actualmente, no es posible acceder a los resultados de las emisiones en condiciones reales de circulación y las inspecciones tampoco miden las emisiones de NOx. Añaden, además, que los protocolos de homologación no han considerado necesario comprobarlas y que sólo algunos modelos Euro 4 y los Euro 5 cuentan con sistemas anticontaminación centrados en la reducción del tamaño de las partículas y los niveles de NOx.
El problema: dióxido de nitrógeno
AECA-ITV ha centrado el foco en las emisiones de dióxido de nitrógeno porque son especialmente peligrosas para la salud y el medioambiente: están detrás de la formación del ‘smog’, la nube (visible e invisible) que se forma sobre las ciudades con una elevada densidad de tráfico, entre otros factores.
El problema es que, en presencia de oxígeno, el dióxido de nitrógeno se oxida y se transforma en nitrato (NO3) o en óxido nitroso (N2O). Las moléculas de la primera pueden generar ácido nítrico y las de la segunda son las causantes del efecto invernadero.
Dos posibles pruebas
Con este punto de partida, AECA-ITV ha unido fuerzas con el Instituto de Seguridad del Vehículo Automóvil Duque de Santomauro (ISVA) de la Universidad Carlos III de Madrid para analizar de qué forma se podrían comprobar estos niveles de emisiones en la inspección técnica de vehículos añadiendo un proceso más para su control.
Para ello, los investigadores del ISVA han llevado a cabo una serie de comparaciones entre las pruebas que existen para dar con la que mejor se adaptaría a la evaluación del dióxido de nitrógeno. El resultado de este estudio pasaría por implementar una verificación más en las inspecciones técnicas que, eso sí, estaría compuesta por dos procedimientos que testearían los niveles de NOx y de las partículas.
Un protocolo que, según explican, sería universal, simple y eficaz para no repercutir en la duración de la revisión. Quedaría por ver, no obstante, si termina llegando a las estaciones de la ITV.
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