NINGUNO TIENE ETIQUETA AMBIENTAL
En este artículo te recomendamos un quinteto de coches clásicos recientes, de varios tipos, por menos de 6.000 €. Eso sí, olvídate de tener un distintivo ambiental con ellos.
En el mundo del automóvil, la palabra "clásico" se traduce en una suerte de prestigio y elegancia atemporal. En nuestro país, un coche debe contar con al menos 30 años de antigüedad para ser considerado así. Sin embargo, no todos los clásicos son caros o sólo accesibles para coleccionistas adinerados. Aquí te presentamos 5 ejemplos más o menos asequibles que han alcanzado este estatus en 2024.
La primera generación del Audi A4, conocida internamente y por los más "frikis" como B5, se desarrolló junto al Volkswagen Passat de la época. Su fabricación arrancó en 1994, reemplazando al Audi 80. Sedán o familiar, estrenó la transmisión automática Tiptronic de la firma alemana, basada en la del Porsche 964. Podía ser de gasolina o diésel, FWD o 4x4 y tener entre 100 y 380 CV. Hay unidades en buen estado por 2.000 €.
El FIAT Coupé, también llamado 175 por su código de fabricante, se presentó en 1993 y debutó comercialmente al año siguiente. Su diseño era extraño, ya que contaba con las formas de un deportivo pero con unas ruedas más pequeñas. Producido en la Italia de finales del siglo XX, su calidad y su fiabilidad no eran brillantes, pero no por ello deja de ser patrimonio automovilístico. Puedes tener uno por 6.000 €.
Hace 30 años también comenzaron las ventas de la segunda generación del elegante Opel Omega B, un sedán (igualmente disponible con carrocería de dos volúmenes) que, por aquel entonces, competía con los Audi A6, BMW Serie 5 y Mercedes Clase E tanto por calidad como por rendimiento. Con 4,8 m de longitud y una gran maletero, es una buena opción para viajar cómodo. Existen ejemplares cuidados por 4.000 €.
El Peugeot 306 fue, hace 3 décadas, el 308 de nuestros tiempos, un compacto francés con buen comportamiento dinámico y muchas opciones de configuración mecánica y de equipamiento. La variante descapotable, llamada Cabriolet, no era tan práctica. Sin embargo, suponía un producto de acceso para conducir a cielo abierto. Tenía 4 plazas y una capota de lona. Los hay impolutos por 3.000 €.
Aunque no contaba con un chasis de largueros y travesaños, el primer Toyota RAV4 fue un vehículo más cercano a un 4x4 puro que a un SUV por sus capacidades todoterreno, más allá de su concepción. Se lanzó 1994 como un automóvil orientado a conductores aventureros, pero que no querían renunciar a un coche práctico. Con 3 o 5 puertas, 120 CV y tracción total, valen unos 5.000 €.