CUMBRE DE LA OTAN
El presidente de Estados Unidos llegará a Madrid el martes, 28 de junio, y se moverá por la ciudad en la limusina presidencial
Este martes, 28 de junio, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, aterrizará en Madrid para asistir a la Cumbre de la OTAN que tendrá lugar en la capital esta semana. Tal y como ha informado la Casa Blanca, el dirigente utilizará la habitual limusina presidencial para moverse por la ciudad durante estos días: ‘La Bestia’ llegará en un Boeing C-17 Globemaster III, un avión de transporte militar pesado de largo alcance, y estas son algunas de sus curiosidades.
El actual modelo entró en servicio el 20 de enero de 2009 y es el primero que no parte de un vehículo específico: es una combinación entre una limusina Cadillac y la estructura de una camioneta de GMC. Estados Unidos tiene una flota de doce limusinas presidenciales: cada una cuesta entre 1,5 y 2 millones de dólares.
Blindaje militar
Apodada como ‘La Bestia’, mide 5,5 metros de largo y pesa entre seis y nueve toneladas. Una cifra que no extraña si tenemos en cuenta que su carrocería tiene 20 centímetros de grosor. Las puertas tiene un volumen algo mayor (25,4 centímetros) y las ventanillas tienen una anchura de 12,7 centímetros. Por cierto, sólo se puede bajar la del conductor y no del todo: 7,5 centímetros. Los neumáticos son ‘Run Flat’ para que, en caso de recibir disparos, la limusina siga circulando a velocidades de hasta 100 km/h.
La mayor parte de sus especificaciones son un secreto ya que por motivos de seguridad son información clasificada: sólo el Servicio Secreto de Estados Unidos y las marcas implicadas las conocen. A pesar de ello, sí hay se conocen algunos datos: la carrocería, por ejemplo, tiene un blindaje militar compuesto por una aleación de cerámica, acero, titanio y aluminio (de ahí los 20 centímetros de grosor) que resiste cualquier disparo e, incluso, ataques con armas químicas.
Un habitáculo preparado y armado
La comitiva presidencial de Estados Unidos suele emplear varios vehículos. Lo normal es que sean tres idénticas: en la que viaja el presidente, la de reserva y una tercera que haría las veces de señuelo en caso de ataque.
El interior de ‘La Bestia’ está dividido en dos espacios. En la parte delantera viaja el conductor y un acompañante, que tienen acceso a una consola conectada con un centro de comunicaciones. Un cristal (que sólo se activa desde la zona posterior) les aísla de la zona trasera, equipada con dos filas de asientos (3+2) separadas por una mesa.
Este habitáculo ha sido preparado para cualquier escenario. Tiene un botón del pánico y cuenta con su propio armamento: parte de él está escondido. Además, está equipado con un sistema cerrado de oxígeno para poder seguir respirando en caso de sufrir un ataque bioquímico y hay sangre almacenada para llevar a cabo una transfusión de emergencia si la vida del presidente corre peligro.