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El Rally de Suecia de 1995 vivió una auténtica pelea fratricida entre los dos ases de Mitsubishi

Kenneth Eriksson contra Tommi Mäkinen, el duelo sueco de Mitsubishi

Un sueño que pudo volverse pesadilla; Eriksson y Mäkinen pusieron de los nervios a los jefes de su equipo en una prueba excitante.

Kenneth Eriksson en el rally de Suecia de 1995motor.atresmedia.com

El Rally de Suecia siempre ofrece un desafío especial. Como la única prueba tradicionalmente 100% de nieve, lo que los pilotos se encuentran en el norte de Europa difiere por completo de todas las demás citas mundialistas, a excepción quizás de los tramos más complicados de los años más fríos del Monte Carlo. En 1995, el frío sueco se compensó por una calentísima batalla por la victoria entre Kenneth Eriksson y Tommi Mäkinen, compañeros en Mitsubishi. El sufrimiento de los japoneses acabó con doblete para la marca y victoria por la mínima para el héroe local.

Como dicta la tradición, el Rally de Suecia de 1995 fue la segunda cita de la temporada, tras el inicio en Monte Carlo. Después de una excelente victoria de Sainz en el Principado (solo su segunda con Subaru) por delante de François Delecour y Juha Kankkunen, el español llegaba a la que sería su primera aparición en Suecia. Las pruebas antes del ‘debut’ habían ido bien y el técnico pilotaje del bicampeón parecía adaptarse bien a las exigencias de un evento desafiante como pocos. Aunque como es habitual, los pilotos nórdicos se sumaban a los equipos oficiales con esperanzas (y opciones muy reales) de brillar.

Mats Jonsson con Subaru, Stig Blomqvist con Ford y Thomas Radstrom con Toyota eran algunos de los nombres más mencionados antes de comenzar la prueba, mientras Mitsubishi no sentía la necesidad de añadir a ningún piloto invitado. Una opción razonable, por cuanto su equipo contaba ya con los servicios de Kenneth Eriksson y Tommi Mäkinen, pilotos hábiles en estas condiciones. La prueba comenzó con los dos pilotos de la marca japonesa marcando el ritmo y tras tres tramos ya estaban en las dos primeras posiciones. Por detrás, Carlos Sainz y Colin McRae empujaban en sus Impreza. Ambos tenían que vérselas con Radstrom, que al término del primer día era ya tercero.

Tommi Mäkinen en el rally de Suecia de 1995 | motor.atresmedia.com

Mientras tanto, Kankkunen sufría una salida de pista tras la cual necesitaba ayuda de los espectadores para volver a ponerse en marcha. Tampoco en Ford estaban mucho mejor las cosas, con Blomqvist falto de ritmo y Delecour fuera de combate tras problemas en su motor. En cabeza, Eriksson líder y Mäkinen segundo al comenzar la segunda jornada. La mañana del segundo día no tuvo cambios por lo que respecta a los tres primeros clasificados, mientras sí los había por detrás. Primero, Sainz se retiraba tras un problema con la válvula de aceite descubierto la noche del día anterior que no había llegado a ser subsanado. Jonsson y McRae sufrirían el mismo destino antes de terminar un día horrendo para Subaru.

Gracias a los problemas de sus rivales, Auriol y Kankkunen subían hasta la cuarta y quinta posición, detrás de su compañero de equipo. En cabeza, un solo segundo entre Eriksson y Mäkinen y con previsiones de nieve durante la noche. Si esta llegaba, el líder tendría desventaja al partir primero. Mientras tanto, los jefes de Mitsubishi sufrían al ver a sus dos pilotos empujando sin parar y cuando la nieve empezó a caer por la mañana, la situación se complicaba aún más con unas cotas de riesgo para muchos innecesarias.

Thomas Rådström en el rally de Suecia de 1995 | motor.atresmedia.com

Tan innecesarias eran que luego se sabría que Andrew Cowan, director del equipo Mitsubishi, impuso una norma según la cual quien estuviera por delante en el segundo día se llevaría la victoria. Esto significaba que a pesar de la distancia oficial que hubiera el día final, el rally se había decidido por un solo segundo entre los dos pilotos. La controversia se apoderó de Mitsubishi Ralliart, aunque algunos defendían lo que era una decisión en pos de la prudencia. Durante el último día, Mäkinen fue claramente más rápido, quizás para mandar un mensaje a su equipo, aunque la nieve perjudicó a Eriksson.

En cualquier caso, a medio kilómetro para la meta en la última especial, el futuro campeón del mundo se paró un minuto para devolver la cabeza a su compañero, que se había ganado la victoria según la normativa interna del equipo Mitsubishi. Una victoria casi fortuita pues en situaciones normales el domingo no le habría sido favorable. Tras el ganador Kenneth Eriksson, Tommi Mäkinen fue segundo y Thomas Rådström completó su única prueba del año en tercera posición como el primero de los Toyota en la clasificación final.

Tras el sueco, seguirían Juha Kankkunen y Didier Auriol con los otros dos Celica, mientras Bruno Thiry ocupaba la primera posición entre los Ford, aunque esta pudo haber sido para Stig Blomqvist, de no haberse ganado cuatro minutos de penalización que le dejaron séptimo. Octavo fue Tomas Jansson, mientras los últimos dos puestos en los puntos fueron para Armin Schwarz en otro Toyota y Kenneth Bäcklund en un Lancer Evo II como los de los dos primeros clasificados. Como anécdota, el andorrano Ferran Font y su copiloto Esteve Ponce fueron los últimos clasificados de la prueba en un SEAT Ibiza GTi 16 válvulas.

Marcus Gronholm en el rally de Suecia de 1995 | motor.atresmedia.com