Noticias falsas y tendencias que no debes seguir
Los límites de velocidad y la presencia de radares son temas recurrentes entre los conductores, pero en ocasiones los bulos pueden hacer mucho daño.
En las últimas semanas estamos asistiendo a un intenso debate acerca de algunos límites de velocidad, de las modificaciones que la DGT quiere introducir en los próximos meses o acerca de la llegada de nuevos radares a nuestras carreteras. Sin embargo, la DGT alerta de la presencia de bulos que debemos aprender a reconocer y descartar para no caer en la falsa información.
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“Al reducir el límite de velocidad habrá más densidad de tráfico y más peligro en los adelantamientos”
Este bulo es completamente falso. La reducción de 100 a 90 km/h no ha modificado la densidad de tráfico. De hecho, lo que ha provocado es un descenso en el número de accidentes, ya que a 90 km/h las distancias de frenado son menores que a 100 km/h y el tiempo de reacción aumenta. El tiempo de conducción, por su parte, aumenta de manera despreciable aunque el viaje sea relativamente largo.
“La velocidad no influye en el resultado del accidente, porque los coches actuales son más seguros”
Es una realidad innegable que los vehículos actuales son infinitamente más seguros que los que se vendían hace dos décadas. Sin embargo, esta sensación de seguridad puede invitar al conductor a pisar más de la cuenta el acelerador, una reacción completamente contraproducente.
Pese a que los vehículos son más seguros, la velocidad sigue siendo un factor determinante en caso de accidente, por lo que correr más de la cuenta sigue aumentando de manera exponencial la gravedad del choque.
“A menor velocidad, más distracciones”
Puede parecer que cuando circulamos más despacio el tiempo pase más lento y tendamos a distraernos, pero la realidad es que la exposición a distracciones depende fundamentalmente de la actitud del conductor, por lo que conviene hacer un ejercicio de responsabilidad individual y dejar de lado todo lo que nos pueda distraer al circular.
“Si voy solo y la carretera es recta, no hay riesgo por ir más rápido”
La realidad es justo al revés: si corres más, tienes más riesgo de sufrir un accidente. Para refrendar esta afirmación contamos con los datos estadísticos de la DGT: el 39% de las personas fallecidas (casi 400) en carreteras convencionales se vieron implicadas en accidentes sin ningún otro vehículo o peatón en 2017, el último año del que se tienen estadísticas de este dato en concreto.