Durante los últimos años, el repunte de las energías alternativas en el mundo de la competición ha sido más que patena. Además de la entrada de los motores híbridos en las categorías reinas de los circuitos, Fórmula 1 y Resistencia,
el interés de las marcas y los reglamentos con tendencia ecológica de la FIA han hecho que esto haya alcanzado otras categorías e incluso, como en el caso de
la Fórmula E, que se hayan creado campeonatos específicos con el principal reclamo de ser tecnológicamente verdes. Precisamente la FIA,
en colaboración con Mach 1 y con la sección deportiva de Bosch, ha creado un nuevo kart eléctrico, el cual fue presentado durante el pasado ePrix de Berlín y que al igual que sus hermanos mayores, cuenta en sus entrañas con dos generadores de arranque de 10 kW cada uno que hace las labores propulsor (en la caja de la derecha) y
una batería de litio de 48 V (en la parte izquierda para un buen reparto de pesos). Sin necesidad de caja de cambios, la presión que ejerce el piloto sobre los pedales son transmitidos directamente desde los sensores a la unidad de control, la cual gestiona la cantidad de energía que aplica el generador sobre el eje trasero. Ya se trabaja con el objetivo de que en un plazo corto/medio se implemente una categoría específicamente eléctrica
en las competiciones de karting a nivel nacional, e incluso con la posibilidad de incluirlo dentro del fin de semana de la Fórmula E como una de las múltiples carreras soporte que está barajando
Alejandro Agag el que ya ha apostado por los coches autónomos con la ROBORACE.
En cuanto a las especificaciones,
el e-Kart es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos y tiene una velocidad punta de 130 km/h. No se ha desvelado la autonomía, pero obviamente al igual que los monoplazas eléctricos, es limitada en modo carrera a pesar de que el generador de Bosch hace
las labores de recuperador de energía en las frenadas. Aunque sin duda, el dato más sorprendente es el del par máximo que es capaz de generar este tipo de tecnología.
Ni más ni menos que 300 Nm, cuando estamos hablando que los coches de rallycross tienen hasta 900 Nm y son capaces de exprimir sus 600 CV de potencia para hacer el 0 a 100 en menos de dos segundos.
Sus características lo hacen ideal para pruebas con carreras al sprint, de poca duración y en las que la aceleración es más importante que la velocidad. En este caso,
Bruno Correia, piloto del BMW i8 Safety Car de la Fórmula E, fue el encargado de hacer la demostración pública por las calles de Berlín, concretamente por la avenida Karl Marx. El experimentado conductor portugués
aseguró que era tan rápido como un kart con motor de combustión interna, destacando obviamente la nula sonoridad del mismo y la
ausencia del olor característico a gasolina que siempre desprenden las carreras de esta disciplina en la que se han dado sus primeros pasos grandes estrellas del automovilismo como Ayrton Senna, Michael Schumacher, Fernando Alonso o Mika Häkkinen. Quién sabe si dentro de unos años asistiremos a las 24 Horas de Le Mans eléctricas, a carreras de RallyCross con coches propulsados por vatios, tal y como ya ha solicitado Volkswagen a los organizadores del World RX o a
los futuros campeones de la Fórmula 1 formándose en karts sin ese aroma a combustible. ¿Será eso lo que les hizo excepcionalmente rápidos?