Malas noticias nuevamente para Volkswagen.
Tras anunciar hace unos días que debía paralizar la producción del Passat debido a un problema con el proveedor de los asientos,
ahora es el Golf el que se suma a la paralización de la línea de montaje en la planta de Wolfsburgo.
Si bien Volkswagen no ha matizo la raíz del problema con dos proveedores, el caso es que modelo compacto tendrá que reducir notablemente su producción hasta que
se encuentre una solución al desencuentro con dos proveedores importantes.
Fuentes externas a la marca indican que uno de los proveedores vitales se encarga de la producción de
piezas de hierro fundido para la manufactura de las transmisiones mientras que el otro se dedica a la
producción de fundas para los asientos (los tapizados).
Volkswagen lleva varios meses intentando recortar los gastos de producción y parece que este es el mayor desencuentro que ha tenido con algunos proveedores que no aceptarían el precio que el gigante alemán quiere pagar por los componentes.
De alargarse demasiado en el tiempo la disputa quizás Volkswagen pierda un volumen importante de producción que termine pasando factura a los resultados anuales, lo que podría hacerles perder el primer puesto como fabricante mundial de vehículos.