APROBADO POR EL CONGRESO
La Comisión sobre Seguridad Vial del Congreso de los Diputados ha aprobado por unanimidad una proposición no de ley para dar forma a esta iniciativa.
La semana pasada la Comisión sobre Seguridad Vial del Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad una proposición no de ley relacionada con las sanciones. El objetivo de esta iniciativa pasa por convertir una parte de la recaudación de las multas en ayudas para sacarse el carnet de conducir. Estos son los detalles. VER VÍDEO.
La disposición adicional tercera de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial establece la obligación de destinar íntegramente la recaudación obtenida de las sanciones económicas a la financiación de actuaciones y servicios en materia de seguridad vial, prevención de accidentes de tráfico y ayuda a las víctimas. Un apartado que sufrirá modificaciones: el Gobierno y la Dirección General de Tráfico (DGT) ya han acordado empezar a trabajar cuanto antes. Por el momento, no han fijado un calendario.
Hay que tener en cuenta que según la información publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), en 2019, último año del que se disponen datos, las arcas públicas ingresaron 374.301.167 millones de euros gracias a las sanciones económicas. Es decir: más de un millón de euros al día. El objetivo es convertir un porcentaje de esas retribuciones en ayudas para financiar el carnet de conducir a jóvenes que tengan hasta 26 años que estén en situación de desempleo y, además, deben ser compatibles con el subsidio otras ayudas de subsistencia.
Dos motivos
El primer motivo que ha impulsado esta iniciativa es, precisamente, la elevada tasa de desempleo juvenil que hay en España: es una de los más altos de la Unión Europea. Sacarse el carnet cuesta, de media, 800 euros según los últimos datos disponibles de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y muchos aspirantes a conductores no tiene forma de pagarlo. A esto hay que añadir que el permiso puede ser una herramienta para la búsqueda de empleo y algo imprescindible para los jóvenes que bien en entornos rurales o en la España vaciada.
El segundo motivo es la situación económica que atraviesan las autoescuelas ya que en los últimos años ha descendido el número de personas que se sacan el carnet de conducir. Estas ayudas supondrían un balón de oxígeno para este servicio que volverían a recibir a futuros conductores.