La niebla, fruto de accidentes y situaciones de riesgo
La Dirección General de Tráfico quiere luchar contra la niebla, uno de los peores enemigos de los conductores.
La llegada de las estaciones frías viene acompañada de otros elementos de riesgo para los conductores como una menor cantidad de horas de luz o una presencia incesante de fenómenos meteorológicos adversos como las nevadas, las heladas, las lluvias o las nieblas. Es precisamente de este último punto sobre el que está trabajando la DGT.
Tráfico admite que las nieblas suponen una enorme fuente de problemas en algunas carreteras españolas. Sirva como ejemplo el tramo de la Autovía A-8 que pasa por el Alto de O Fuouco: de media está cerrado más de 700 horas anuales a consecuencia de las condiciones de baja visibilidad provocada por las intensas nieblas.
Por eso, la DGT se ha propuesto acabar de una vez por todas con este problema, poniendo en marcha un proyecto valorado de 5,6 millones de euros de la mano del Ministerio de Transportes y Movilidad con el que se pretende eliminar o, al menos, minimizar en la medida de lo posible la incidencia de las nieblas en las carreteras españolas.
¿Cómo quiere Tráfico lograrlo? Mediante la utilización de diferentes sistemas de asistencia. El proyecto aún se encuentra en una fase prematura en la que se están estudiando diferentes propuestas, pero entre las medidas presentadas destaca, por ejemplo, un sistema de balizamiento autónomo mediante emisores láser que permitiría a los conductores conocer los límites de los carriles por los que circulan.
Otro de los sistemas que más avanzado se encuentra es el de difusión automática con aspersores, que permite la expulsión controlada de materiales capaces de absorber la humedad ambiente, condensando las microscópicas gotas de agua que forman la niebla provocando su precipitación y eliminando así la densa niebla para transformarla en, simplemente, humedad ambiente que termina en el suelo.
Aún es pronto para hablar de éxito, pero lo cierto es que este tipo de avances contribuirán en buena medida a reducir, aún más, la siniestralidad en carretera. ¿Será verdaderamente posible hacer desaparecer la niebla de nuestras carreteras?